Cerca de las 7:30 horas del domingo, decenas de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Secretaría de Seguridad Pública Estatal y Guardia Nacional, acompañados por personal del Instituto Nacional de Migración, Consejo Estatal de la Población, Protección Civil Municipal y Protección Civil Estatal, llegaron hasta el Campamento de Migrantes en el Río Bravo para reubicarlos.
Esto por un oficio entregado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas, que pedía retirar a los migrantes de esta zona, por ser considerada de alto riesgo.
Conforme pasaban los minutos la tensión se incrementaba en el lugar, ya que los migrantes, en su mayoría venezolanos, se negaban a ser movidos de ahí para ser llevados a los albergues.
“No nos vamos a mover, por la fuerza no, de aquí no nos vamos”, gritaban los enardecidos migrantes que aseguraron que no serían quitadas sus carpas.
Cerca de las 9:30 de la mañana, decenas de patrullas, ambulancias, camiones de transporte público, unidades de Bomberos y camiones de Servicios Públicos Municipales, se pudieron apreciar sobre la avenida Norzagaray.
Tanto el titular del Consejo Estatal de la Población, Enrique Valenzuela, así como el titular de Protección Civil Estatal, Mauricio Rodríguez, intentaron convencer una y otra vez a los líderes de los migrantes de retirase de este sitio.
Incluso un equipo de antimotines de la Policía Municipal se preparó en el bordo el Río Bravo en espera de órdenes para intervenir y actuar.
A su vez, del lado norteamericano, decenas de agentes de la Patrulla Fronteriza, el Departamento de Policía de El Paso y la oficina del Sheriff permanecieron a la expectativa.
Por varios minutos, el helicóptero de la Patrulla Fronteriza sobrevoló los límites entre Ciudad Juárez y El Paso para vigilar a los migrantes desde el aire.
Mauricio Rodríguez, titular de Protección Civil Estatal indicó que se les estaba invitando a los albergues por su seguridad, al estar los migrantes en una zona de alto riesgo y con sus hijos enfermos.
Incluso varios migrantes portaban piedras y palos para “defenderse” de lo que dijeron era un abuso, mientras que los agentes permanecían en espera.
De pronto, a las 11:00 de la mañana, el personal de gobierno y agentes empezaron a subir las casas de campaña, lo que desató el enojo de los migrantes, quienes comenzaron a golpear a los oficiales.
Desde lo alto del bordo comenzaron a arrojar piedras, descalabrando a un agente, golpeando también a un tragahumos en la cabeza y lesionado a otro preventivo en una pierna, siendo detenidos de inmediato los agresores.
Algunos de los migrantes gritaban ser del Ejército Bolivariano o de Migración de Venezuela, alegando conocer sus derechos.
En su desesperación, familias de venezolanos utilizaron a sus hijos como escudo humano para evitar ser desalojados del río y algunos tuvieron la osadía de dejarlos dentro de las casas de campaña para que no se las quitaran.
Otro grupo de extranjeros comenzaron a quemar las carpas y casas de campaña, que a su vez eran subidas a los camiones de Servicios Públicos Municipales.
Personal de Bomberos sofocó los incendios mientras eran resguardados por los agentes municipales y estatales, sin que interviniera la Guardia Nacional en apoyo.
“Somos como las cucarachas y de aquí no nos vamos a ir, llévense sus carpas se las regalamos”, gritó otro grupo de venezolanos.
Al terminar el operativo solo algunos migrantes aceptaron su traslado a los albergues y subieron a los camiones de transporte, mientras que los demás, con sus pocas pertenencias en las manos, miraban hacia el lado americano.
Tanto a los agentes como el elemento del Departamento de Bomberos lesionados, fueron atendidos en el lugar y horas más tarde trasladados a Servicios Médicos.
Hasta las 3:00 de la tarde del domingo fueron contabilizados 100 migrantes que aceptaron ser llevados a los albergues, pero las autoridades esperan que al finalizar el día sean más de 200.
Además, agentes municipales, estatales y de la Guardia Nacional montarán vigilancia en este punto, cerca al Puente Negro, para evitar que vuelvan a instalar el campamento, según se informó.
Retiran a venezolanos por la fuerza del Río Bravo
Este domingo 27 de noviembre los tres niveles de gobierno realizaron un operativo sobre el bordo del Río Bravo, para retirar parte del campamento de venezolanos, justo a quiénes decidieron instalarse sobre el cauce.
Unidades de Seguridad Pública Municipal, Estatal, Guardia Nacional, personal del Heroico Cuerpo de Bomberos, Protección Civil Municipal y Estatal así como de Rescate, arribaron aproximadamente a las 6:30 horas, al lugar antes señalado.
Aproximadamente a las 7:30 horas, personal de Protección Civil Estatal y Municipal buscaron por espacio de dos horas por medio del dialogo con los venezolanos buscaron que accedieran a moverse del lugar con el tema de las bajas temperaturas que seguirán presentándose, informó el delegado Estatal de Protección Civil en Ciudad Juárez, Mauricio Alfredo Rodríguez Padilla.
Pasadas las 9:30 horas en el desarrollo de las pláticas, varios líderes de los venezolanos motivaban a sus compañeros a la resistencia, para evitar que los policías los retiraran.
Transcurrían los minutos, ya para las 10:00 horas y algunos de ellos ya enardecidos, iniciaron la agresión valiéndose de piedras, mismas que lanzaron contra los elementos de las diversas corporaciones.
El resultado de la gresca fue de dos elementos de Seguridad Pública Municipal con lesiones, al menos uno de ellos fue descalabrado y a ambos se logró atender en el lugar.
De manera inmediata los compañeros de los uniformados agredidos lograron la detención de por lo menos uno de los agresores que exigía el respeto a sus derechos humanos, mientras era esposado y trasladado a una patrulla, las familias desalojadas con lágrimas en los ojos lanzaban consignas a las autoridades, mientras otros pedían que no los removieran ante la esperanza de ser llamados por las autoridades estadounidenses.
Siendo las 11:00 horas el personal de Protección Civil Municipal y Estatal realizaban el recorrido junto con los uniformados, ya que molestos los venezolanos iniciaron la quema de algunas casas de campaña, ropa y otros objetos para tratar de genera más caos, incendios que fueron sofocados con extintores y la unidad del Heroico Cuerpo de Bomberos.
Llego la calma alrededor de las 11:15 horas, momento en el que el Secretario del Ayuntamiento señaló que el desalojo se debió a la emisión de un dictamen por parte de Gobierno Federal donde se establece que se busca salvaguardar la integridad de las personas asentadas a la orilla del río.
“El objetivo es evitar que sufran algún accidente, están centímetros de la orilla del Río Bravo y representa un gran riesgo para ellos, está también la situación del clima, las temperaturas bajas continuaran, es nuestro compromiso otorgarles espacio para evitar que se enfermen” enfatizó.
Acceden migrantes a ser trasladados a albergues
Después del caótico desalojo algunos de ellos lograron sacar pocas de las pertenencias que les han otorgado como ayuda algunas asociaciones o grupos de ciudadanos antes de ser encaminados a los camiones dispuestos para moverlo a los espacios dispuestos.
"No nos queda de otra, vea, llegaron y nos sacaron de las casas de campaña, temo por no tener donde tener a mi familia esta noche" señaló José, quien lo proporcionó más datos por temor a una deportación.
Poco a poco los más de 450 integrantes de la recién llamada “mini Venezuela” fueron llenando las unidades de trasporte de personal después de perder las casas de campaña entre los incendios provocados y sobre todo por el paso de las cajas abiertas donde personal de la dirección de Limpia reunía todo para finalmente llevarlas al Relleno Sanitario.
Otro de los afectados fue Oscar Delgado, migrante venezolano que decidió abandonar el cause del Río Bravo, después que por la fuerza los movieran del lugar, a pesar de querer mantenerse en el sitio, hasta que las autoridades norteamericanas les llamaran para su ingreso al vecino país.
“Nos destrozaron las casas de campaña y en base a que es cierto, el frío es demasiado fuerte, temo que sea factor para que pierda a mi familia, mi esposa, mi neta me acompañan y debo cuidarlas, mencionó Delgado.
“Daré mi voto de confianza, ya que se nos ha dicho que nos llevan a otros lados, para deportarnos y no a los albergues, pero voy a confiar que estemos en los refugios mientras sigue nuestro proceso aya” subrayó Delgado.
No es suficiente la ayuda: Mujer venezolana
Actualmente son varios los menores y adultos que padecen síntomas de enfermedades respiratorias. "Son varios de mis panas los que están enfermos, traen a los médicos, pero creemos que pudieran hacer más por nosotros, no es suficiente" comentó Adriana, una de las migrantes venezolanas.
Dentro del tema Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio y administrador del Albergue Kiki Romero, afirmó que se han detectado a varios de la comunidad venezolana con enfermedades propias de la temporada.
"Efectivamente son algunos los migrantes con enfermedades respiratorias que ya se han atendido por parte del personal médico con el que contamos para darles cobertura cada uno de los migrantes se atiende en el hospital, Todos somos Mexicanos”, detalló el derechohumanista.
Han recogido 40 toneladas de basura de campamento
Hasta el día viernes 25 de noviembre se ha contabilizado el retiro de 40 toneladas de desechos, entre los que destacan los envases de alimentos que les dejan algunas organizaciones de la sociedad civil y diversas instituciones, mencionó Gibrán Solís, titular de la dependencia.
“Con la indicación del Secretario del Ayuntamiento, estamos trabajando desde las 9:30 horas, se llevan dos cajas abiertas llenas y se contempla que serán al redor de dos o tres toneladas que se retiren por el desalojo”, subrayó Solís.