El consumo de comida chatarra puede mermar nuestra capacidad de resistencia ante la pandemia del COVID-19 ya que, al ser una enfermedad mediada por mecanismos inflamatorios, el incluir este tipo de alimentos en nuestra dieta, así como la presencia de algún padecimiento asociado a una alimentación deficiente, aumenta también la producción de sustancias inflamatorias, y por lo tanto, las probabilidades de desarrollar signos y síntomas graves, o en el peor de los casos, de morir.
Lo anterior según lo informó el doctor Jorge Octavio Acosta Montes, catedrático de la Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad Autónoma de Chihuahua quien indicó que, a través de los años, el cambio en los estilos de vida y las estrategias publicitarias de las grandes industrias de la comida chatarra y bebidas azucaradas, han logrado que gran parte de la población mexicana adopte este tipo de alimentos como parte de su dieta habitual.
Se denomina comida chatarra a todos aquellos alimentos que tienen un muy bajo o nulo aporte de nutrientes, además de tener una alta densidad calórica, principalmente por su contenido tan elevado de grasas y azúcares. Aunado a esto, son una fuente de sodio, colorantes, conservadores y otros químicos como los edulcorantes artificiales (en productos light o reducidos en azúcar), que se utilizan en su elaboración.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, en México 6 de cada 10 niños de 1 a 11 años consumen comida chatarra (botanas, dulces y postres) como parte de su dieta habitual; lo mismo pasa en 4 de cada 10 personas de 12 años y más.
Otro dato alarmante es que casi 9 de cada 10 personas de todas las edades, consumen de manera cotidiana bebidas azucaradas, convirtiendo a México en el principal consumidor de Coca-Cola per cápita, con aproximadamente 150 litros por persona al año.
“No solamente nos enfrentamos al problema que trae consigo el consumo de alimentos chatarra si no que también, suelen reemplazar a los demás alimentos que sí brindan beneficios a la salud, ya que son el vehículo de nutrientes que el organismo necesita para mantener un estado de salud óptimo”, mencionó el catedrático de la UACH
Cabe destacar que el pasado 5 de agosto la 64 legislatura del estado de Oaxaca, aprobó la adición del artículo 20 a la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para prohibir la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas a menores de edad, para que el consumo de este tipo de productos pueda recaer directamente en los responsables de su alimentación (padres o tutores).
Ante esto, el investigador universitario expresó que si bien es cierto, en esencia, no deberían existir leyes que nos obliguen a cuidar nuestra salud, debemos aplaudir y promover la generación de este tipo de regulaciones en materia de salud pública, sobre todo cuando se enfocan en la protección de grupos poblacionales vulnerables.
El especialista dijo que aparte de todos los daños a la salud y enfermedades asociadas por el consumo de comida chatarra, como las enfermedades no transmisibles (diabetes, hipertensión, cáncer, obesidad, entre otras), los principales ingredientes utilizados en este tipo de alimentos producen un aumento en la inflamación de las células, mermando la función del sistema inmunológico y aumentando el riesgo de presentar trastornos en nuestro estado de ánimo como la depresión.
Por lo anterior, recomendó a la población analizar cuáles alimentos forman parte de su dieta diaria, prefiriendo incluir aquellos que son frescos, seguros, locales y con una gran cantidad de nutrientes, como frutas, verduras, cereales integrales, semillas y granos, así como la hidratación por medio de bebidas libres de azúcares añadidos, como infusiones, tés o agua natural.
Por último el profesor de la UACH externó que con el nuevo modelo educativo RENOVACIÓN UACH DS los alumnos y maestro de la facultad se enfocarán también en el estudio de temas coyunturales como este para ofrecer alternativas de solución.
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