En Chihuahua, la epidemia de la narcocultura se encuentra en su punto más alto, pero irá en decadencia en los próximos años ya que ha ido perdiendo “glamour”, afirmó el Dr. Carlos Ochoa Quiroz, interrogador forense certificado en Chihuahua.
Afirmó que la “moda” del crimen organizado es fuerte, pese a que ha llegado a convertirse en algo ordinario, pues gran parte de los jóvenes de todas las clases sociales en Chihuahua la adoptaron, razón por la que considera dejará de ser tendencia.
RECIBE LAS NOTICIAS DE EL HERALDO DE CHIHUAHUA DIRECTO EN TU WHATSAPP, DA CLIC PARA SUSCRÍBIRTE
“El fenómeno de la narcocultura no es de la clase baja o media baja, sino de todo el mundo, incluso la clase alta, pues cuando vienen exponentes musicales de este tipo de moda va de todas las clases sociales”.
Antes, la narcocultura se presentaba como una alternativa a dejar de ser aburrido, de ser más original, pero cuando todo mundo es original se vuelve un fenómeno ordinario, por eso es que esta “moda” pasará en los próximos años.
“La epidemia de la narcocultura llegó a su punto más alto e irá en decadencia, porque ya es mucha gente la que está participando, es lo que sucede con los negocios, todos los que ponen un negocio que prospera y finalmente se vuelve común”.
“A lo largo de décadas la narcocultura ha sido una de las tantas modas que llega y se queda durante años, aunado a las condiciones de violencia que permean en la entidad, y para que haya un fenómeno social de este tipo a los que se les conoce como epidemias sociales debe haber varias partes.
Señaló en este sentido que se estaría hablando de una sombra dentro de las instituciones formales, “donde estos individuos se les tendrá que absorber, algo parecido a lo que sucedió a Estados Unidos, donde eventualmente nace Las Vegas, donde se legalizaron las apuestas y la prostitución”, siendo entonces un oasis de la gente “honestamente corrupta”.
Hoy en día, explicó el entrevistado, “el mercado de la narcocultura se ha saturado y a menos que sufra un cambio de mensaje permanecerá, con el pasar no va a ser tan rápido, pero en 5 a 10 años se verá que disminuirá el fenómeno, pues se llegó al punto más alto donde todo mundo quería ser diferente”.
Ahora en lugar de ser partícipe de la narcocultura, muchos tendrán que buscar un lugar.
“Esto es como el fenómeno de la atomización, que significa que los grupos se van haciendo más pequeños y tarde o temprano desaparecen como grupo pero no los individuos, así, no se acabaron los cárteles, quedan las personas”.
Por otra parte, Carlos Ochoa señaló que es imposible pensar en que pueda dejar de tener una sociedad sin este tipo de modas, pues aún hay mucha población que no tiene acceso a la educación o al trabajo y que tienen que entrar en estos círculos.
Vivimos en una sociedad que promueve contenidos negativos
Vivimos en una sociedad en la que se promueven contenidos violentos y negativos a través de series, música y videojuegos, y los jóvenes van aceptando y normalizando esto, por eso es necesario que padres de familia hagan conciencia en sus hijos, pero también es necesaria una regulación de contenidos por parte de Gobierno, pues la regulación no está peleada con la libertad de expresión”, afirmó Erick González Manzano, director general de la Asociación “Comunicación para una vida mejor”.
Afirmó que hoy en día se difunde la violencia en narcoseries, o series que muestran matanzas, y esto trae como consecuencia que los jóvenes puedan replicar este tipo de conductas, ya que afecta su mentalidad y aceptan este tipo de vida y estos contenidos.
“Al principio suena cómico, pero es algo muy perverso porque lo van tomando en serio y se va haciendo parte de su vida, los chavos se empiezan a vestir igual que los narcos, a hablar igual, a tomar actitudes en series y pasa poco tiempo cuando ya se les ve con una pistola en la mano o comprando droga, porque se les normalizó la situación”, refirió.
“Además del trabajo de los padres es un trabajo de Gobierno para que regulen este tipo de contenidos incluso prohibirlos; la regulación no está peleada con la libertad de expresión, se pueden permitir contenidos pero regulados, o de plano prohibirlos porque no traen beneficios a la sociedad”, finalizó el director de Comunicación para una Vida Mejor, quien dijo debe existir un gran trabajo del Gobierno para presionar y luchar por el bien común, no tanto por lo que traiga más beneficio económico sino lo que lleve más beneficio a la sociedad.
Teleseries muestras al criminal como héroe
Desde hace una década comenzaron teleseries que no sólo muestran a narcotraficantes como héroes, sino también a mujeres que han ido incursionando en el crimen organizado, tal como “La Reina del Sur”, “La Viuda Negra”, “Eva la Trailera” o “Las Muñecas de la Mafia”, hasta producciones más recientes como “Las buchonas de Tierra Blanca” o “La Querida del Centauro”, muestran a “heroínas” que pertenecen a la clase baja y logran salir de la pobreza relacionándose con narcotraficantes, hasta convertirse en lideresas del crimen organizado.
La Querida del Centauro” trata de una mujer llamada Yolanda Acosta que está en prisión, pero astutamente se hace amante del “Centauro”, un poderoso narcotraficante por el que obtiene poder en la cárcel.
“La Reina del Sur”, un ícono de las narcoseries, narra la vida de Teresa Mendoza, una mujer mexicana que se traslada a vivir a España tras la muerte de su novio traficante, y se ve envuelta las redes del narcotráfico y buscará venganza.
“Sin senos no hay paraíso”, una serie que fue tan famosa en Colombia, que posteriormente se llevaron varias adaptaciones, incluida la mexicana y narra la obsesión de una joven por dejar de ser pobre, convirtiéndose en prostituta de capos de la droga.
“Camelia la Texana” es una historia de una mujer que enfrenta un destino de traición hasta que se convierte en una leyenda dentro del mundo del narcotráfico mexicano.
“Las muñecas de la mafia” cuenta la historia de cinco mujeres que, por uno u otro motivo, cayeron en las redes del crimen organizado, y convirtiéndose en nada más y nada menos que amantes de los capos.
Te puede interesar: