Janet acudió a un centro médico para que su hija de 10 años recibiera la vacuna para la inmunización al Virus del Papiloma Humano, cuatro meses después tuvo su primera crisis epiléptica en 2013. A pesar de esto, aplicó la segunda dosis por recomendación del neurólogo que la estaba atendiendo, después el problema aumentó con una magnitud que nadie ha podido parar.
A la fecha, a su hija le han recetado 20 tipos de antiepilépticos, pues en ocasiones las crisis duraban cerca de dos meses. El 7 de julio de 2017 fue sometida a operación donde le retiraron siete centímetros de la parte derecha del cerebro, pero las crisis continúan. Siete neurólogos la han atendido y recetado todo tipo de medicamentos que no le funcionaron hasta llegar con un inmunólogo que la diagnosticó con afectaciones por parte de la vacuna y le administró inmunoglobulina.
“Ahorita está mucho mejor de salud, lo que ha mejorado la salud, además de tratamiento con células madre y la inmunoglobulina. Desde hace cinco años la vida le cambió por completo, es un caso distinto porque en mi hija se presentó una epilepsia muy fuerte, con crisis parciales completas, en donde hace movimientos repetitivos, pero lo más curioso es que en una sola serie de crisis puede llegar a tener hasta 45, lo que le ha traído un desgaste tremendo”, explicó Janeth.
“Está mejor de ánimo, mejor de salud, pero tiene crisis internas que la tienen cansada neuronalmente hablando. Este año la dejaremos descansar seis meses por la operación cerebral, esperamos que en enero comience la preparatoria”, informó.
“Tiene muchas ganas de salir adelante y ahora quiere ser modelo y actriz, aún tiene sueños. Una niña inteligente, que se la pasaba en cuadros de honor, no se le pasaba nada de observar, autosuficiente, segura de sí misma y la vida le cambió en un 120% no un 100%. A los tres años de edad me decía que quería ser modelo, estudiar oceanografía, se conocía 30 nombres diferentes de bichos, siempre enseñaba a los demás, sigue teniendo la misma esencia”, explicó.
Le hicieron firmar una hoja donde se explica que la vacuna puede presentar efectos secundarios como salpullido y fiebre, siendo ésta la única vacuna en donde se le pidió firmar a Janeth en todo la vida de sus hijas, lo que considera una solicitud y requerimiento poco usual.
El pedimento de Janeth es difundir la información de los posibles efectos adversos para prevenir a otras madres porque “a mí sí me hubieran hablado que algo no estaba bien yo hubiera investigado más, en segundo se propone que nuestras niñas sean reconocidas como post vacunales porque es muy duro para ellas tener que andar luchando con los doctores, se necesitan más estudios de esta vacuna”, finalizó.