El activista chihuahuense Julián LeBarón presentó ante la Comisión Internacional de los Derechos Humanos la militarización del conflicto por el agua en las presas de Chihuahua, donde ya se registró la muerte de una persona, con responsabilidad de elementos de la Guardia Nacional.
“Muchos de los campesinos tienen miedo de pedir ayuda, y nos pidieron ayuda. Nos preocupa muchísimo que se militarice totalmente el conflicto y el problema, porque ya hemos visto que una mujer fue asesinada por la Guardia Nacional, y las cosas pueden escalar. Que no se militarice ese conflicto, que sean las autoridades correspondientes las que se encarguen de ese asunto, porque es un problema social”, refirió LeBarón.
El defensor de Derechos Humanos destacó que en la región de Camargo y Delicias en 72 años no se han abierto las presas para pagar el Tratado Internacional de Aguas y Límites de 1944, entre Estados Unidos y México, y que este 2020, autoridades federales, encabezadas por la Comisión Nacional del Agua, abrieron las presas con presencia de elementos armados.
“La gente depende de ese recurso para poder sembrar y la verdad, es que la gente no está de acuerdo con la autoridad federal, con lo que están haciendo, y tan es así, que fueron 32 kilómetros de vehículos, y fueron decenas de miles de campesinos los que fueron a sacar a patadas a la Guardia Nacional de esa presa, porque ven amenazada su economía y su forma de vivir. Pienso que mandar a soldados para atender ese problema es un error, e insistir en que se resuelva de esa manera es nomás multiplicar el error”, puntualizó Julián LeBarón.
En ese sentido, señaló que acudió a la CIDH porque siendo el gobierno federal la autoridad más alta en el país, es quien está haciendo uso de la fuerza pública en el conflicto, y declaró incompetencia por parte del Poder Judicial.
“¿A dónde acude uno?, ¿a qué instancias?, si el gobierno federal es la autoridad más alta que hay en el país, y el Poder Judicial desconoce, no sirve para nada. Quisimos hacer testigos a los organismos internacionales de este conflicto y que no se dispare en contra de los campesinos para nada”, explicó.
Julián LeBarón afirmó que en México las instituciones están colapsadas y depende de la unidad de todos los chihuahuenses para que se establezca la paz.
“No somos un pueblo que se arrodilla y resistimos las humillaciones, con todo el valor de las convicciones, como se ha visto. Creo que necesitamos estar unidos en ese tema, especialmente, sobre la militarización y que se resuelva el desacuerdo que hay con la autoridad federal. La deuda del agua en el Tratado Internacional la pagan los chihuahuenses, y el agua que recibe México de Estados Unidos, los que están obligados a pagarla, no reciben una gota del beneficio”, expresó.
Para finalizar, instó a que el conflicto por el agua entre campesinos y gobierno federal no debe politizarse, sino que debe resolverse con la unidad de los chihuahuenses, dejando de lado las divisiones y política.
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