La abogada Norma Ledezma Ortega, fundadora y directora de Justicia para Nuestras Hijas, es la única mexicana nominada al Premio Nobel en Derechos Humanos Martin Ennals, por su ardua labor en la lucha por los derechos de las mujeres y acompañamiento a madres y familias de mujeres víctimas de feminicidio y desaparición.
La nominación para ella tiene un sabor agridulce, ya que la lucha la inició tras la desaparición y posterior feminicidio de su hija Paloma, en unos días se cumplirán 18 años de su muerte.
“Mi lucha es para que todas las Palomas regresen a su nido, es un proyecto al que le he entregado la vida”, afirma la activista a unas horas de partir hacia Ginebra, Suiza, donde se realiza la entrega del premio.
Las nominadas al trofeo “Nobel en Derechos Humanos” Martin Ennals 2020 son: Huda Al-Sarari, de Yemen, quien ha expuesto la existencia de prisiones secretas y muchos casos de tortura; de Sudáfrica, Sizani Ngubane, lucha por el acceso de las mujeres a la educación y a la tierra; en México, Norma Ledezma, quien está luchando contra los feminicidios y las desapariciones. La ganadora recibirá el galardón el próximo 19 de febrero.
La desaparición de su hija Paloma Angélica Escobar Ledezma la impulsó a superarse y a buscar justicia, justicia que nunca llegó para Paloma, pero por la que ahora lucha, y aunque está consciente de que el camino es largo y doloroso, continúa firme.
“Paloma no está y dentro de dos semanas se cumplirán 18 años, han pasado muchos procesos hay un agradecimiento al reconocimiento al trabajo, pero el sabor es agridulce”, afirma que en ocasiones la vida cuesta para las mujeres que están comprometidas en luchar por los derechos humanos, un trabajo tan invisible y tan solitario.
Un 2 de marzo de 2002 Paloma, quien había ido a su clase de Inglés, no regresó a casa a la hora habitual. Sus familiares emprendieron la búsqueda. La joven tenía 16 años de edad. Tras el reporte de la desaparición y la búsqueda por la familia, como se hace en esta ciudad y en muchas de México, ante la inefectividad de las autoridades. Norma decidió pedirle ayuda al gobernador Patricio Martínez, un 18 de marzo, quien se comprometió a entregarle a la madre a Paloma. Días después el cuerpo de la adolescente se localiza a 4.5 kilómetros de la ciudad.
El cuerpo de Paloma Angélica fue entregado a sus familiares 28 días después de su desaparición, el 29 de marzo de 2002. “Fue el dolor más agudo que una persona puede soportar”.
Ese dolor e impotencia al ver el cuerpo ultrajado se transformaron en fuerza para luchar por obtener justicia y para que otras niñas y mujeres no pasaran por lo mismo.
Luego funda la organización y en el 2010 empiezan a aceptar casos de hombres víctimas de desaparición, un lastre que lacera a Chihuahua. Norma, de ser una simple obrera de maquila, se convierte en abogada y cursa maestría, pues el conocimiento de las leyes le ha brindado la oportunidad de atender y acompañar a más familias.
Está acostumbrada a tratar con personas de bien y quienes se dedican a delinquir, ha sido amenazada y el estrés que vive la mantiene al borde del colapso, pero la impunidad que se vive la alienta.
El premio Martin Ennals es una distinción anual que se otorga en reconocimiento a personas y organizaciones que han mostrado un compromiso excepcional en la defensa y promoción de los derechos humanos, a pesar del riesgo que ello implique.
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