Leonor Uranga ha sido sobreviviente de guerras, rebeliones y cambios en el mundo

Orgullosamente chihuahuense, madre de nueve hijos, amante del ejercicio y la cultivación del ser

Paloma Sánchez | El Heraldo de Chihuahua

  · domingo 8 de marzo de 2020

Foto: Manolo Aguirre | El Heraldo de Chihuahua

Leonor Uranga Herrera, de 90 años de edad, ha sido sobreviviente de guerras, rebeliones, y cambios en el mundo, como la Guerra Cristera, la Segunda Guerra Mundial, el conflicto de guerrilla en 1965, y otras más recientes, y llega al Día Internacional de la Mujer 2020, con una profunda conciencia de la autoaceptación y la mediación de la paz por medio del respeto a la individualidad de cada persona.

“Después de tanto tiempo que me ha tocado vivir, aquí estoy todavía, lo que me deja más bien, es cómo es necesario inculcar en todo el mundo, un respeto al otro, aceptarlo como es. No querer decir uno: ‘yo estoy bien, tengo la razón, yo gano’. Cada quien tiene su modo de pensar, muy respetable, y cada quien tiene lo suyo. En eso, consiste que la cosa vaya en paz, que tengo que respetar lo que tú piensas, y es muy tu modo de pensar, por algo lo tienes, yo el mío, y así en general”, compartió con la sabiduría que le da la experiencia y una feliz y longeva existencia.

Orgullosamente chihuahuense, madre de nueve hijos, amante del ejercicio y la cultivación del ser, Leonor fue recientemente galardonada por la Dirección de Grupos Vulnerables y Adultos Mayores por haber llegado a las nueve décadas de vida, a dos meses de llegar a los 91 años, el próximo mes de mayo.

“Aceptarse una como es; no querer quedar bien con alguien o con algo. Yo soy así, y así me tienen que aceptar. La aceptación de uno mismo y de sus ideales, para mí es básica. Que cada quien viva su vida”, dijo.

Con buena salud y mejor humor, Leonor refirió que acude a la Guay a hacer ejercicio, donde utiliza la alberca, y que la actividad física es parte de su éxito para llevar una vida de bienestar a sus años; además de la medicina natural.

“También, estar en contacto con diferentes modos de pensar, la mayoría de los grupos con los que yo me junto, tienen entre 60 y 65 años, y me igualo a ellas. Ellas dicen que aprenden de mí, pero yo aprendo mucho de ellas, porque una aprende mucho de los jóvenes. Sobre todo pensar en positivo. Lo que he hecho últimamente cuando ando decaída, es decir ‘este día nada más voy a ser feliz. Voy a estar tranquila, aceptable, un día a la vez, nada más. Ya mejor ni pienso cuánto viviré, lo que Dios quiera”.

En el marco de la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, dijo estar agradecida con Dios por ser mujer, aunque después de un momento de reflexión, también agradeció a Dios por la existencia de los hombres.

“De cuando yo nací a ahorita, ha habido cambios en todo sentido, desde la familia, en mi niñez éramos una familia muy unida, con la autoridad de un padre mucho muy fuerte. Yo me tenía que doblar las manos, en aquel entonces, nada el derecho de la mujer, la mujer era la que estaba en la casa al servicio del hombre. Parte de la juventud, empezaba a cambiar aquello, los cambios fuertes los he visto a partir de los años 80, cuando se notaba más cambio. Creo que se están yendo al otro lado”, opinó.

Se unió en matrimonio a los 26 años, con Rodolfo López, con quien formó una bella familia de nueve hijos, quienes terminaron su preparación profesional. Actualmente, el mayor de sus hijos tiene 63 años y el menor 52. Además tiene 14 nietos y dos bisnietos.

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Foto: Pablo Rodríguez | El Heraldo de Chihuahua