A raíz del asesinato de Uriel Loya Deister, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Hidalgo del Parral, presidentes y dirigentes de las principales cámaras y organismos empresariales de la entidad hicieron un llamado unánime a que los gobiernos estatales y federal incrementen el nivel de coordinación, con un énfasis en reforzar las tareas de seguridad para la ciudadanía de la entidad.
Por otra parte, la mayoría de los principales líderes empresariales del estado expresaron que en amplios sectores de la iniciativa privada actualmente existe incertidumbre y temor porque la situación de inseguridad y violencia que se vive en varias regiones del estado se incremente hasta llegar a niveles similares a los de los años que van de 2008 a 2011, en los que se registraron los más altos índices de violencia en la entidad.
Es el caso de Federico Baeza Mares, presidente del capítulo Chihuahua de la Coparmex, quien expresó que “casos como este vuelven a ponernos en los niveles del 2010, 2011, es increíble en el peor sentido de la palabra lo que está sucediendo, y cómo los delincuentes no tienen respeto alguno por la vida, por la ley o por la autoridad”, resaltando también que durante el presente año la violencia ha ido escalando, “por lo que esperamos que el gobernador y el gabinete puedan comenzar a dar resultados que satisfagan a todos los chihuahuenses”.
Por su parte, el presidente de la delegación capitalina de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Arturo Dávila, señaló que el crimen contra Uriel Loya “nos pone alerta y siembra temor por la posibilidad de volver a tener niveles de violencia como los experimentamos hace casi diez años”.
En el caso de los sectores agrícola y ganadero, sus dirigentes se expresaron en el mismo sentido. Alfonso Lechuga, presidente del Consejo Estatal Agropecuario, lamentó que “nos queda claro que la Policía Municipal, Estatal, Federal y el Ejército, están descoordinados, y es inminente y necesario que unan esfuerzos, y verdaderamente puedan brindar seguridad, es la preocupación número uno del país, porque no es posible que sigan sucediendo crímenes de esta magnitud y que los chihuahuenses sigamos viviendo en un clima tan desafortunado”.
En este sentido, el líder del sector agrícola acusó que hay una descoordinación total con la Federación: “pareciera que las prioridades de este gobierno del estado son otras, en todos los sentidos, pareciera que sus única preocupaciones fueran ‘la Coneja’ y César Duarte y que todo lo demás pasa a segundo término”.
Así mismo, Federico Duarte, presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua (UGRCH), manifestó el temor de productores en la región respecto a la posibilidad de un repunte mayor de la violencia. “Se ha visto un repunte muy singular, como en el periodo del 2008 al 2011, me niego a aceptar o a suponer que eso vaya a repetirse, y no debemos permitirlo ni sociedad ni gobierno”, enfatizó.
En el caso de la industria manufacturera de exportación, el presidente de Index Chihuahua, Luis Carlos Ramírez López, señaló que si bien actualmente se registran altos niveles de violencia donde se había logrado contener, como en Ciudad Juárez, “la manera en que esta ha operado es en muchos sentidos distinta, diferente a lo que vivíamos a partir de 2008, ya que en aquel entonces veíamos un modus operandi distinto, y actualmente vemos que son hechos violentos de cierta manera más focalizados”, lo cual, aclaró, está lejos de ser benéfico, aunque supone un desafío diferente a las autoridades, que necesariamente implica estrategias distintas.
Así mismo, Gerardo Durán, director del Clúster Minero en el estado, lamentó el que “como población nos esté tocando estar en medio de una mala rencilla de políticos en el estado, de un gobierno estatal contra uno federal, y es lamentable que por estas situaciones se esté afectando a la sociedad, y al sector empresarial en este caso”.