A diferencia de la pasada Semana Santa 2020, este año, el semáforo epidemiológico favorece las celebraciones presenciales, con aforos restringidos, y con observancia de las medidas de prevención de contagio, por lo que no habrá distribución de palmas, pan u otros objetos de piedad popular.
El vocero de la Arquidiócesis de Chihuahua, Pbro. Gustavo Sánchez Prieto, llamó a celebrar con actitud de fe y responsabilidad social la solemnidad del Domingo de Ramos, el próximo domingo 28 de marzo, cuando se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, unos días antes de su crufixión y resurrección.
“El próximo domingo será ya el de Ramos, iniciando la Semana Santa que nos llevará a la fiesta solemne de la Pascua. Este año, como el pasado, marcado por la pandemia. En Chihuahua, a diferencia del año pasado, el semáforo nos favorece y esperamos seguir con la participación responsable de toda la comunidad, observando las medidas sanitarias durante las celebraciones litúrgicas y fuera de ellas”, expresó el Padre Sánchez Prieto.
En ese sentido, refirió las palabras del Arzobispo Constancio Miranda Wecmann, al inicio de la crisis por el Covid-19, cuando exhortó a vivir el momento con una profunda actitud de fe, y al mismo tiempo, con una seria responsabilidad social, cuidando la propia salud y la de los demás.
“La Catedral como cada comunidad tendrá sus propios horarios, evitando lo que pueda propiciar contagios, por lo mismo, no habrá distribución de palmas, de pan o de otros objetos de piedad popular. Las celebraciones serán con piedad y reverencia, y cuidando la sana distancia”, explicó.
Así mismo, refirió que este 2021 se celebra el Año de la Familia, animados por el magisterio del Papa Francisco, que brinda la oportunidad de subrayar la identidad propia de la sexualidad humana, del matrimonio y la familia, que resplandece en el orden natural y que Jesús ha querido resaltar en el Nuevo Testamento.
“Afirmaciones fundamentales en un ambiente de confusión y crisis que alcanzan formulaciones legislativas, defendiendo supuestos derechos humanos y negando verdades elementales. En un marco de tolerancia y sin discriminación alguna, reclamamos nuestro derecho a ser fieles al orden de la naturaleza, así como el respeto a la libertad religiosa y a la libertad de conciencia para poder expresarnos y vivir nuestras convicciones”, finalizó.