La subdirectora de Medicina Preventiva, Wendy Ávila, afirmó que el hecho de que la mayoría de las personas contagiadas de COVID-19 tengan entre 20 y 60 años, no significa que no puedan enfermarse individuos de otras edades, puesto que también existen niños portadores del virus que se convierten en agentes de transmisión de la enfermedad.

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Señaló que si los niños son llevados al parque y no se cumplen las medidas de sana distancia pueden verse afectados y contagiar a los adultos mayores con los que conviven, como son sus abuelos, grupo de edad que registra mayor número de defunciones por esta enfermedad.

“Es muy importante que cuidemos a toda la población y que protejamos a los más vulnerables; es preferible un niño aburrido en casa que un niño contagiado en un hospital, ninguna madre desearía tener a su hijo internado, ninguna persona desearía tener a su abuelo o un familiar cercano en un hospital o tener que enfrentar su defunción”, declaró.

Por lo anterior, dijo que no deben andar afuera de sus viviendas personas que su rango de edad esté en los extremos de la vida, es decir, los niños y los adultos mayores.