Los obispos de México hicieron un llamado a evitar toda acción que de manera explícita o encubierta pudiera ser de tipo eutanásico o conllevar ensañamiento terapéutico, durante la contingencia sanitaria por el Covid-19 en México y las decisiones que tomen las autoridades de Salud.
En el documento difundido por la Conferencia del Episcopado Mexicano Decir sí a la vida, la Iglesia Católica, está signado por José Jesús Herrera Quiñónez, Obispo de Nuevo Casas Grandes y Responsable de la Dimensión Episcopal de Vida, quien manifestó el compromisoa con la promoción y la defensa de la vida; y la dignidad de toda persona, y expuso consideraciones bioéticas respecto al coronavirus.
“Es previsible que en México sea preciso realizar procesos de selección de pacientes con la finalidad de asignar distintos tipos de atención. Estos procesos se deben realizar tomando en cuenta de manera simultánea: la urgencia del caso, el tipo de necesidad a atender y que los recursos asignados sean lo más beneficiosos posibles para el paciente”, expresaron, urgiendo a que no se seleccione de acuerdo a la edad, pues se podría discriminar a los más ancianos y más frágiles y calificaron como inadmisible el abandono de pacientes o la negación del tratamiento médico correspondiente, curativo o paliativo.
A través de diez puntos, fijaron su postura en que es una obligación tener la información suficiente sobre el grado de contagio que existe en el país; protección para el personal de Salud para realizar su labor y también atención a la salud mental. También hicieron un llamado a evitar el racionamiento de los recursos biomédicos,
Exigir al personal sanitario atender a personas contagiadas o con posible contagio sin dotarlas de todo el material necesario para su protección no es éticamente justificable. A nadie se le puede obligar a arriesgar su salud y eventualmente la vida sin la prudente protección. Así mismo, la atención de la salud mental del personal sanitario, es tan importante como su salud física, por lo que habrá que ofrecerles ayuda profesional en el momento que lo requieran
“Es en momentos como el presente, en que existe un grave riesgo para todos, que debemos aprender a anunciar desde nuestra fe y desde la sola razón natural que la dignidad y los derechos humanos fundamentales no son intermitentes ni son edictos de tolerancia revocables. Toda vida humana es valiosa y ninguna debe ser sacrificada por acción o por descuido”, dijo.
El documento, también se encuentra firmado por Rogelio Cabrera López Arzobispo de Monterrey Presidente de la CEM; y Alfonso G. Miranda Guardiola Obispo Auxiliar de Monterrey Secretario General de la CEM.
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