Los disfraces de flores, abejas, y otros alusivos a la llegada de la primavera se quedarán intactos en los anaqueles de las tiendas, pues este año no habrá festivales ni desfiles en los que niñas y niños puedan lucirlos, ya que fueron suspendidas clases y eventos públicos, como medida de seguridad por el Covid-19.
Tanto tiendas departamentales como negocios dedicados a la venta y renta de disfraces se pueden ver que no hay clientes que compren o renten.
“Esto nos afecta severamente, porque ahorita nadie renta y mucho menos compra, pues no tendrán dónde usarlos, vemos nuestras ganancias completamente caídas”, indicó Flora Domínguez Domínguez, propietaria de Disfraces, Dulces y Más.
Como cada año, al arribar la primavera, padres de familia compran o rentan disfraces para que sus hijas e hijos los modelen en festivales que se llevan a cabo en planteles educativos, muchos de éstos dentro de las escuelas, aunque también se organizan festejos en salones.
Este año, la llegada del coronavirus no permitirá que haya este tipo de eventos, por lo que las vitrinas de los negocios de este giro se encuentran llenas; las rentas no reportan clientes, y la compra de cualquier tipo de disfraz, mucho menos.
Los comerciantes señalan que si bien la medida de suspender las clases en escuelas es una decisión de las autoridades, también los padres de familia han optado por no organizar festejos que requieran estos aditamentos.
“Esperemos que sea pasajero, porque si de por sí, los disfraces sólo son para ciertas épocas del año, ahora si en estas contadas ocasiones se nos van los clientes, vamos a la quiebra”, dijo Flora Domínguez.
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