Lleva José Vázquez catorce años en el oficio funerario

Inició de chofer pero ahora ya sabe todo del oficio.

Venessa Rivas Medina

  · viernes 2 de noviembre de 2018

Daniel Acosta

Inició como chofer de carroza, sin embargo la experiencia de más de catorce años en el servicio funerario le ha dado la oportunidad de aprender hasta a embalsamar y las cuestiones administrativas.

José Luis Vázquez Valerio es uno de los empleados más antiguos del Consorcio
Miranda, donde ha podido desarrollarse y aprender todo sobre el oficio funerario, incluso asiste y asesora a familias que han perdido a un ser querido.

José Luis tripula una carroza funeraria muy elegante, una Escalade negra, designada para servicios funerarios especiales.

Su responsabilidad y vocación de servicio lo llevaron a conocer cada uno de los servicios que se brindan en una funeraria. Desde las cuestiones administrativas hasta la atención al cliente.

"En este oficio tenemos horario de entrada pero no de salida, hay veces que el trabajo te exige más horas y a veces hasta días", comentó José Luis, a quien le ha tocado entrenar a las nuevas generaciones, como Víctor Manuel Ruiz Carrillo.

José Luis afirma que con este trabajo la capacidad de asombro se va perdiendo, se acostumbran a lidiar con la muerte en todas sus modalidades, desde una muerte natural hasta una muerte violenta. "Siempre lo más difícil es cuando nos toca el funeral de una niña o niño".

Recuerda que inició en Funerales La Paz, donde laboró por espacio de cuatro años o un poco más, luego lo contrataron en Funerales Miranda, donde inició como chofer de carroza, luego aprendió las técnicas para embalsamar, pues cuando hay mucho trabajo hay que hacer de todo con la finalidad de que el cliente quede satisfecho.

Mientras conduce la carroza fúnebre relata que lo más pesado de todo el oficio es la preparación de cadáveres, sobre todo si son niños. “Con el paso del tiempo la memoria se va diluyendo, pues cada día hay cuerpos distintos”.

A José Luis le tocaron todas las víctimas del Aero Show, desde su preparación hasta la sepultura; recuerda que mucha gente abarrotó las capillas de velación, así como los cementerios. Además le tocó atender a las víctimas de un camionazo, la mayoría de ellos residentes de la colonia Villa Juárez.

Afirma que las víctimas de la violencia son constantes, sin embargo ha cambiado el modus operandi, ya que antes dejaban los cuerpos destrozados a consecuencia de las armas que utilizaban. “Antes nos topábamos con muchos cuerpos destrozados, ahora los dejan con posibilidad de ser identificados”.

No todo en este trabajo es tristeza, pues afirma que si brindan un buen servicio la gente lo agradece, “La gente se queda a gusto conforme ve a su familiar, desde prepararlo, vestirlo, hacer su funeral y depositarlo en el panteón”.

José Luis además conoce sobre las necesidades de las personas, por lo que ofertan desde servicios económicos que van desde los 5 mil pesos, hasta servicios costosos dependiendo de lo que pidan los deudos, como por ejemplo ataúdes de madera fina.

A José Luis le gusta su empleo, por eso es que durante tantos años se ha dedicado al servicio funerario.