Pedidos de hasta 6 o 7 roscas por persona es lo que se presentó el día de ayer en algunas de las panaderías más tradicionales de la capital del estado, como lo son la Geryal y La Holandesa, ambas con décadas de experiencia en la elaboración de la famosa Rosca de Reyes.

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La simbólica tradición dio pie a que los clientes ordenaran más de una rosca, pues como algunos de ellos aseguraron, las roscas se distribuyen, partiendo unas en el hogar, otras más en la oficina y también con amigos o vecinos.

Los precios de las roscas varían, las grandes tienen un costo que va desde los 180 hasta los 300 pesos, dependiendo del relleno o tipo de la misma, o bien las pequeñas o medianas desde los 150, hasta los 200 pesos.

Algunos de los panaderos tradicionales aseguran que la gran venta se debe al sabor casero que se le imprime a cada una de las roscas horneadas, pues su elaboración es auténtica y realza las costumbres mexicanas que tanto gustan a los ciudadanos.

Si bien es cierto que de los diferentes tipos de Rosca de Reyes que existen la que más venta genera es la clásica, aquélla con frutos secos y partes de azúcar, también las modernas son solicitadas, mismas que llevan queso Philadelphia, cajeta, chocolate o bien crema de avellanas. “Las ventas de este año fueron muy buenas, tuvimos bastantes pedidos y hoy, el mero día, volaron”, asegura Enrique S., panadero.

Además de degustar un delicioso pan, la Rosca de Reyes funge como el producto ideal para reunir a las familias, es por ello que su venta sigue siendo todo un éxito a pesar del paso del tiempo, misma que genera empleos, ganancias económicas y sonrisas en cada uno de los comensales, finaliza Enrique S.

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