El Nuncio Apóstolico de México, monseñor Joseph Spiteri presidió la celebración eucarística para abrir al culto divino la Concatedral de San Pedro, el corazón de Madera, donde la comunidad regresará a orar, servir y elevar una plegaria en sus necesidades. La catedral fue sometida a una restauración desde la hermosa cúpula con los dones del señor de Dios, el altar y hasta la parte del coro.
Con tres toques a las puertas, monseñor Joseph Spiteri llamó a la puerta del templo, en tres ocasiones con la cruz procesional, “Abre la puerta de la justicia, entremos a dar gracias al Señor”, fue la proclamación que hizo al momento de que las puertas se abrieron de par en par para recibir a la feligresía.
“Frente a la maldad tenemos siempre viva la esperanza de que el amor de Dios es más fuerte y podemos responder al mal con obras de bien, caridad, solidaridad y fraternidad”, enfatizó durante la homilía.
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Peregrinaron por la calle principal
La fiesta católica inició en la glorieta de Los Venados, en la calle Tercera e Internacional, donde la comunidad maderense, presbíteros, diáconos, religiosas y autoridades municipales dieron la bienvenida a monseñor Joseph Spiteri.
El alcalde Marcelino Prieto Carreón entregó las llaves de la ciudad al Nuncio Apostólico, donde resaltó la unidad de la comunidad para lograr la remodelación del templo pues además de los recursos municipales los residentes de Madera aportaron su esfuerzo y recursos.
“Vamos a trabajar por nuestro municipio y vamos a dar ejemplo al ver por la gente más necesitada. Invito a la comunidad católica para trabajar por la niñez y personas vulnerables para que tengan una mejor calidad de vida” resaltó el edil maderense al señalar que seguirán el ejemplo de Jesús.
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Monseñor Spiteri agradeció la bienvenida, presentó el abrazo y la bendición del Papa Francisco, para luego invitar a la feligresía a que como pueblo busquen caminar siempre juntos sin excluir a nadie.
La procesión avanzó por la calle Tercera hasta dar vuelta por la calle Ojinaga, hasta la estatua de Fray Justo Goizueta, a quien se le recordó al usar su báculo y el cáliz que usaba.
A la puerta de San Pedro
Al llegar a las puertas del templo se congregaron el obispo de Juárez, José Guadalupe Torres Campos; el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann; el obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval y el padre Toño administrador apostólico de la diócesis de Nuevo Casas Grandes, junto con otros presbíteros acompañaron la apertura y presidieron la celebración eucarística.
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El representante del Vaticano en México bendijo el agua, para que asperjados con ella, los asistentes recibieran el don de la protección.
En la bienvenida a la grey católica, monseñor Jesús Omar Alemán Chávez, obispo de la Diócesis Cuauhtémoc-Madera se regocijo por los 57 años de la erección de la prelatura de Madera, a la vez que recordó la labor de Fray Justo, de la Orden de Agustinos Recoletos, quien dejó una huella en las obras que dirigió, “Que este templo nos inspire a ser discípulos y misioneros de Jesús, para que podamos cumplir con las funciones de celebrar, enseñar y vivir la caridad”, dijo al dirigirse a los sacerdotes.
El obispo además agradeció la presencia de María Eugenia Campos Galván, gobernadora de Chihuahua, quien ha acompañado a la comunidad maderense para lograr la restauración del templo a través de apoyos económicos para la iluminación.
Con gran devoción, los asistentes vivieron la reapertura del templo
“Que lindo es encontrar al pueblo de Dios en su templo”, destacó monseñor Joseph Spiteri, al dirigir su homilía en la Concatedral, que es un lugar agro que es este lugar piedad presentar personalmente y en común unión al sacrificio espiritual de adoración para recibir abundantes bendiciones de Dios.
Les recordó que la Concatedral es la sede del obispo, sucesor de los apóstoles, padre pastor que guía a su pueblo en nombre de Cristo. La advocación a San Pedro, el príncipe de los apóstoles, la hace especial, porque él proclamó su fe en el hijo del hombre, como hijo de Dios.
“Aquí se renueva la verdadera alianza y definitiva, renovamos el sacrificio de amor único, que puede vencer el odio, la violencia, falta de violencia falta de justicia y todo los males que encontramos en la vida”.
A la vez resaltó que gracias a la muerte y resurrección de Jesús que se entregó a manos perversas para rescatarlos, en el sacrificio de la eucaristía pueden unir el dolor y las dificultades diarias.
“Estamos gozosos de poder participar juntos en este momento de fe y alegría”, comentó a la feligresía que se encontró como familia de Dios, a la vez que los conminó a salir al encuentro de hermanas y hermanos que se encuentran alejados de la comunión de Dios y de su iglesia.
Monseñor Joseph Spiteri exhortó a los feligreses a salir del templo para encontrar y servir a cada prójimo que necesita de ayuda, a fin de seguir caminando con el Señor.
“Frente a la maldad tenemos siempre viva la esperanza de que el amor de Dios es más fuerte y podemos responder al mal con obras de bien, caridad, solidaridad y fraternidad”. Recalcó que el mal se combate con el bien, para luego dar la bendición a nombre del Santo Papa Francisco.
El sagrario también fue reinaugurado, el párroco Omar Antillón Orozco llevó al Santísimo. Antes de culminar la celebración se recordó a San Pedro de Jesús Maldonado, el santo chihuahuense fue proclamado sacerdote diocesano mártir por sus virtudes en el ministerio sacerdotal y por ello el presbiterio de la Diócesis Cuauhtémoc-Madera es nombrado en su nombre.
El obispo Juan Omar Alemán en su proclama llamó a las parroquias a venerar al santo mártir y peregrinar cada año a la parroquia de San Andrés en Riva Palacio.
¿Cuál es la historia de la Concatedral de San Pedro?
En 1926 comienza la construcción de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús bajo el cuidado pastoral del presbítero Agustín Pelayo. En 1938 culmina la construcción.
El 15 de junio de 1950 es consagrado el altar por monseñor J. De La Paz García y la obra dirigida por el párroco Eduardo Cruz.
San Pablo VI creó la prelatura de Madera el 25 de abril de 1956. El 20 de junio de 1957 se publicó el nombramiento de Fray Justo Goizueta, OAR, como administrador apostólico de la nueva prelatura y por ello se eleva a la dignidad de Catedral el templo de San Pedro.
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La imagen de San Pedro fue trasladada a la nueva catedral desde la antigua iglesia (hoy Sagrada Familia) compartiendo el espacio con la parroquia del Corazón de Jesús. El 17 de junio de 1974 comienza “In nomine Domine” la obra en la Catedral de San Pedro.
La Consagración de catedral fue el 30 de septiembre de 1977 por el cardenal Norberto Miranda, arzobispo de México, consagra el templo prelaticio de San Pedro Madera.
El 17 de noviembre de 1995 San Juan Pablo II crea la nueva diócesis de Cuauhtémoc-Madera dejando al templo con el título de Concatedral de San Pedro.
El 29 de enero de 2024 bajo la dirección de monseñor Jesús Omar Alemán y del padre Omar Antillón comienza la remodelación. El 8 de agosto de 2024 es nuevamente abierta al culto divino.
