MADERA, Chih.- Madera es un municipio que ofrece varios atractivos turísticos, capaces de cautivar a quienes buscan aventura, convivencia familiar y diversión en grande.
Ofrece desde turismo de aventura, cuenta con vestigios arqueológicos y áreas naturales protegidas para especies en peligro de extinción como la ardilla de Abert (Sciurus aberti), además de un Santuario para la Cotorra Serrana Occidental y mamíferos grandes como el oso negro y el puma.
Los maderenses están listos para recibir al visitante más exigente, por lo que el Comité de Turismo. integrado por personas muy activas, busca detonar el desarrollo y se ha dado a la tarea de promocionar los atractivos con los que cuenta este municipio ubicado a 276 kilómetros de la capital.
Cuenta con varias zonas arqueológicas
Cuarenta Casas, Huápoca y Cueva Grande, en el arroyo de la Cueva que desemboca en el río Papigochi, son las zonas arqueológicas con las que cuenta Madera.
Incrustadas en las barrancas, dan muestra del legado imborrable de una antigua civilización que data de los años 700 a 1400.
El doctor en arqueología, Eduardo Gamboa, director del Proyecto Paquimé y Proyecto de la Provincia Serrana de Paquimé, a donde corresponde 40 Casas, explicó que pertenece a un sistema de poblamiento que viene a través de migraciones desde el norte de Chihuahua y llega a la región de Casas Grandes y trasciende a la región de Madera.
Detalló que se trata de la cultura o pueblo del suroeste de Estados Unidos e inician sus migraciones en el año 600 después de Cristo, a través de pequeñas bandas de agricultores que fueron desarrollando la maravillosa arquitectura de tierra, al pie de los acantilados.
En la Cueva de 40 Casas persisten 16 de las 40 habitaciones, en la cueva contigua denominada del puente se aprecia 3 más, además al pie del barranco está la Cueva de las Ratas y la Cueva del Gato. Se trataba de un pueblo pequeño donde habitaban alrededor de 300 personas que dependían de los recursos naturales del área ribereña. Era un pueblo dedicado a la caza, agricultura, recolección y con muchas similitudes al Pueblo Paquimé.
En la zona arqueológica, ubicada en el Conjunto Huápoca, se encuentran los vestigios de la Cultura Casas Grandes o Mogollón, donde el visitante puede apreciar las tres cuevas: Nido del Águila, La Serpiente y El Mirador.
La Cueva Grande está ubicada a 66 kilómetros de la cabecera de Madera. El descenso a esta zona es más accesible, existe un mirador para apreciar la cueva y la cascada que cubre la entrada a los vestigios.
El paisaje que brindan es impresionante, por lo que se requiere de buena condición física para descender sobre acantilados, brechas y escalinatas. No te arrepentirás de vivir la aventura.
Biodiversidad y cotorra serrana occidental
La cotorra serrana occidental, o Rhynchopsitta pachyrhyncha, es una ave en peligro de extinción, cuenta con un colorido plumaje verde con cresta roja y su característica principal es la fidelidad a su pareja.
El camino hacia dicha zona está lleno de pinos, encinos, madroños y sobre todo alamillos, árbol de poca importancia comercial que ha permitido la reproducción de estas aves. Aunado a que en el trayecto los visitantes pueden apreciar diversas clases de hongos, desde los comestibles hasta los venenosos.
Desde lejos se alcanza a escuchar la algarabía de las aves, las cuales al detectar la presencia de visitantes sobrevuelan en círculos sobre los árboles donde se ubican sus nidos.
La zona de anidación se ubica a 2,700 msnm, donde se encuentran los alamillos de mayor tamaño y Madera es la principal zona de reproducción en todo el país, el mes de octubre deberán migrar hacia el sur a bosques de coníferas.
El biólogo Alejandro Gómez, director del santuario de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, informó que el objetivo del santuario es la conservación, pues además de la cotorra, existe la ardilla de abert, que tiene orejas puntiagudas y está en peligro de extinción. De acuerdo con datos de Pronatura, existen 80 especies de animales, incluidas el Águila Real y el Águila Calva.
Actualmente se calcula que son 250 aves, las cuales forman 70 parejas y el resto son polluelos.
Rancho La Manga, un paraíso natural
Osos, pumas, jabalíes, gato montés, venados cola blanca y trucha arcoíris son algunos de los animales que se pueden apreciar en el rancho La Manga, propiedad de la familia García Domínguez.
En ese lugar ofrecen paseos a caballo, tirolesas y puentes colgantes, así como 12 tipis apaches para acampar, ya que cuentan con colchonetas y un espacio para fogata, asador de leña y baños.
Rancho La Manga es ideal para desconectarse del mundo y desintoxicarse de la tecnología, el misticismo se hace presente. Es el proyecto turístico de inversión privada más importante en Madera, se ubica a 70 kilómetros de la cabecera y a 10 kilómetros del Ejido El Largo Maderal.
Don Lorenzo García Sáenz es el fundador de este paradisíaco lugar que cuenta con 12 cabañas con cocina, baño, asador, mesa de campo, sala, chimenea y alumbrado con energía solar. Además de zoológico donde pueden conocer parte de la diversidad de la zona apoyados por el municipio y Profepa, criadero de venados y venta de trucha en determinadas épocas del año.
En época de Semana Santa se cuenta con trenecito, brinca brinca y un toro mecánico, además de que los chiquillos pueden darse un buen chapuzón en el río. Se puede practicar el montañismo, ciclismo de montaña y senderismo.
“Necesitamos que esta región se le apueste a un pino parado y no mal talado”, señaló Lorenzo.
Una probadita de sus delicias
Los visitantes a Madera se pueden deleitar con platillos regionales preparados con esmero y productos frescos.
El desayuno puede ser en la cafetería Chupavo’s, donde el chile pasado es delicioso, pero no se queda atrás el asado o la machaca acompañada de frijolitos. Si prefiere algo más ligero los waffles ya sea naturales o acompañados de mermelada y fruta están geniales para iniciar el día con mucha energía.
A media mañana puede llegar a Don Chilo El Original, donde se tuesta y muele el maíz para la elaboración de un suculento pinole. Don Fernando Jáquez desde hace 75 años conserva la tradición, pues lo recomiendan para mantener la salud, ya que brinda una sensación de saciedad.
No te puedes ir sin probar los diversos preparados de sotol, uno de ellos es Casa Sotol Fernández, que inició en 1999 con el primer desfile del burrito sotolero. En el mes de septiembre inicia la preparación de esta bebida espirituosa.
Para la comida, el restaurante Kokopelli, Dios de la abundancia de la cultura Anasazi, es una buena opción, pues preparan una trucha rellena de camarones y envuelta en tocino inigualable, además ofrecen diversos platillos preparados con trucha, cortes de carne y para terminar una crema de sotol.
La ruta gastronómica también incluye la trucha frita y el mejor menudo del Rancho La Manga, así como el pozole de la Casa El Porvenir.