El hombre abatido a tiros en calles del fraccionamiento Basaseachi, Felipe Camarena Contreras, había sido detenido en febrero del 2014 junto con otros dos sujetos, en posesión de un arsenal y acusado de haber atacado un convoy de policías estatales, y asesinado a dos de ellos en San Juanito, municipio de Bocoyna.
En ese entonces, la Fiscalía General del Estado informó que los policías estatales viajaban en un convoy de cinco patrullas y se dirigían al poblado de San Juanito cuando fueron emboscados por un comando armado a la altura del kilómetro 24 del entronque San Pedro a San Juanito, lo cual desató un enfrentamiento.
Horas antes, los agentes preventivos habrían realizado un operativo en la comunidad de San Juanito, la cual dejó un saldo de tres personas muertas, entre ellas, una mujer, quienes se hacían pasar como policías federales en la región.
Felipe Camarena Contreras, de 39 años de edad, fue capturado en ese entonces junto con los hermanos Manuel y Alejandro Quiñónez Ordóñez, de 30 y 33 años, a quienes les decomisaron vehículos robados y un arsenal.
Los sujetos traían dos rifles de AR-15, un rifle de asalto calibre 308, una pistola calibre 9 milímetros, 4 cargadores de diferentes calibres, 120 cartuchos útiles, equipo táctico y de radiocomunicación, así como cuatro vehículos con reporte de robo, uno de ellos con logotipos apócrifos de la AFI.
Camarena Contreras fue abatido a tiros la mañana del sábado cuando circulaba a bordo de una pick up Ford, Ranger, color blanco, de cuyo ataque logró escapar herido el tripulante (conductor) de la unidad.