Cuando los tambores suenan, el corazón comienza a latir con más fuerza, es sentir a nuestros antepasados y a nuestra tradición. Movimientos que son una adoración y un agradecimiento a través de los pasos de los matachines de Chihuahua, quienes preservan una tradición dancística y cultural como parte del patrimonio del estado.
Introducida por los misioneros en tiempo de conquista, la danza de los matachines posee actualmente mucha vigencia dentro de la cultura rarámuri.
Cuando el danzante baila, sus movimientos complacen a Dios, y a la Virgen María en una cálida muestra de agradecimiento que reúne a familias y comunidades en días de fiesta.
En el estado de Chihuahua existen diversas agrupaciones de matachines que se presentan en las fiestas patronales, celebraciones religiosas y peregrinaciones, con una mayor presencia en calles y parroquias en estas fechas por el aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe.
Las danzas o peregrinaciones se conforman de cuadrillas, donde los danzantes tienen funciones específicas como el tamborero, quien marca el ritmo y los pasos que le son ordenados por el capitán, que por medio de señales está en constante comunicación con el primero para ejecutar las órdenes.
La Malinche es una mujer designada para llevar el estandarte con el que se identifica la danza, es el único puesto en el que siempre es una mujer, mientras que en los otros hay una equivalencia de género y pueden ser ocupados indistintamente por hombres o mujeres.
El “viejo” es quien puede moverse de un lado a otro por fuera de la cuadrilla, y mantiene el orden o resuelve las contingencias que se puedan presentar.
Los recorridos en peregrinaciones varían desde 30 minutos hasta 2 horas, en los que nunca dejan de danzar, sin embargo para descansar los capitanes pueden cambiar de posición, ejecutar los llamados “pasos de descanso” o hacer relevos para no interrumpir la cuadrilla ni la oración grupal.
La indumentaria de los matachines es muy singular y consta de nahuillas, carreras de carrizo que son los cinco misterios del rosario, el penacho, sombrero, pantalonera, diadema o pañuelo que simboliza la corona de espinas, las medias rojas que son la sangre que derramó y los huaraches o sandalias.