Mecánico tiene tres meses reparando camioneta de asilo

No tienen como mover a los abuelitos a pesar de haber pagado por adelantado la reparación

Eduardo González/El Heraldo de la Tarde

  · sábado 28 de julio de 2018

Foto: Eduardo González

La señora Marina Delgado Anaya, directora del Asilo Asociación Guadalupana, denunció que el mecánico Jesús Páez ha tenido en “reparación” durante tres meses una camioneta que usan para movilizar a los adultos mayores que enferman, pese a liquidarle 5 mil pesos por la descompostura.

“Es una camioneta Ford año 1989, la cual la hemos usado desde que murió mi hijo para donaciones; nos decían ‘venga a tal calle por mandadito, ropa, para ayudar a su gente’ y también cuando se enferman los abuelitos la usábamos para llevarlos al hospital”, afirma.

“Hace tres meses cuando acudimos al DIF estatal se quedó tirada la camioneta por allá por la Deportiva porque se calentó, luego tuvimos que conseguir un mecánico y luego la fueron a levantar”, dijo.

La reparación, según le habían comentado a la señora, no duraba más de 8 días, “pero imagínese ya tenemos más de tres meses”.

El mecánico de nombre Jesús Páez no se ha escondido, incluso ha mantenido comunicación con la señora, pero sólo le da pretextos para entregársela.

Según la señora Marina, el taller está ubicado en la calle Irigoyen y 29 y media.

Expresó que durante la mañana de ayer se comunicó con el mecánico y le dijo que le había salido una falla a la camioneta, a lo cual ella le contestó que tenía que entregársela rápido porque ya no era posible tanto tiempo de espera.

Han sido dos pagos los que la señora ha dado al mecánico, incluso se endeudó para conseguir el monto y lo ha estado pagando a plazos.

“Le pido por la memoria de mi hijo que me entregue la camioneta, he tenido paciencia, pero ya no puedo esperar más”.

El albergue atiende a 12 mujeres y 36 hombres y las necesidades de alimentos, ropa y demás artículos son apremiantes, más aun cuando las autoridades locales no brindan apoyo, es el DIF estatal quien les otorga algo de despensas.

“Nosotros subsistimos de la voluntad de Dios y donaciones de la gente”, finalizó.