A la edad de 51 años, ayer por la mañana falleció el locutor chihuahuense Abel Salinas Ávila, quien desde hace semanas estaba hospitalizado a consecuencia del Covid-19, enfermedad a la cual no pudo ganar la batalla.
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Abel Salinas Ávila, tiene una trayectoria de 30 años como comunicador y locutor, y hasta poco antes de ser internado, se desempeñó como director de noticias de la empresa MegaRadio, donde condujo programas y grabó infinidad de comerciales que lo llevaron a los oídos de miles d radioescuchas.
Abel Salinas es recordado como un bohemio, una “enciclopedia de sabios dichos y anécdotas”, peor además, es recordado por su gran sentido del humor, que transmitía se esencia positiva.
En un programa de radio dedicado al locutor, ayer por la tarde, amigos y familiares expresaron su sentir por la lamentable pérdida, ya que describieron a Abel como un gran comunicador y excelente ser humano.
Además de ser locutor, Abel Salinas trabajaba en la laboriosa labor de la carpintería, trabajo que desempeñaba durante las tardes y fines de semana, y al que consideraba una de sus grandes pasiones.
Abel Salinas marcó un estilo propio en el periodismo radiofónico, y siempre consideró que la labor del reportero y periodista son de suma relevancia y alzó la voz para que la imagen de los profesionales de la información se dignificara.
En este tema, entrevistado en varias ocasiones por el Día del Locutor, Abel explicó que a diferencia de otros medios, la radio llega a un público conjunto, es decir, cuando una familia viaja en el automóvil o se encuentra en casa puede escuchar y compartir la radio.
Durante sus más de treinta años de labor periodística, practicó dignamente el periodismo con responsabilidad y ética, pues siempre fue congruente con su decir y su hacer.
Para él, uno de los aspectos que más disfrutaba de su labor, era dar sentido a lo que comunicaba, lo que se traducía en una ayuda a la sociedad, principalmente a las personas más vulnerables.
Con frecuencia, compartía una de las experiencias más gratas en su andar por la radio. Recordaba la ocasión en la que hace años, un radioescucha se comunicó al programa que conducía, para pedir que le regalara, vendiera o rentara un tanque de oxígeno. La sorpresa para la persona que se comunicó en ese entonces, fue que al acudir a la estación de radio, ya se tenía el aparato médico, pues uno de los radioescuchas hizo el donativo.
En su papel de director de Noticias, siempre citaba que su mayor intención era transmitir a su equipo de trabajo el positivismo y la entrega para desempeñar la labor periodística, en la que siempre, señalaba, debe estar presente la objetividad.
Entre las anécdotas chuscas, Abel relataba aquellos momentos en los que los micrófonos se quedan al aire, y los secretos se convierten en noticia, pues todo mundo escucha lo que pretendía ser una conversación privada u hasta un pensamiento en “voz alta”.
El chihuahuense inició en el mundo radiofónico a los 16 años de edad, entonces cursaba el primer año de preparatoria y se le abrió la posibilidad de iniciar en la XEOH de Camargo. Al poco tiempo, recibió el ofrecimiento para laborar como locutor, que le dio a su vida un giro de 180 grados, y fue como, alternando sus estudios, inició los fines de semana con un programa llamado "Chihuahua al Instante".
A mitad de la década de los ochenta, había pocos locutores en Ciudad Juárez, lo que por otra parte significaba una oportunidad para nuevos valores que debían ser evaluados por sinodales sumamente exigentes. Su pasión y destreza para el arte de conducir tras un micrófono, lo llevó aprobar los distintas exámenes que iban más allá de una buena modulación, pronunciación y nitidez, pues también era necesario, tener conocimientos de distintas áreas.
Abel Salinas amó su profesión de principio a fin, por lo que su deceso significó una notica lamentable para su familia, amigos, el gremio periodístico y por supuesto para sus radioescuchas.
Descanse en Paz. Abel Salinas Ávila.
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