La mortandad de las abejas en zonas silvestres es arriba del 35%, ello debido al cambio climático, en especial a la sequía. Este fue un año malo por lo que la producción de miel ha descendido de manera considerable.
Ludovico Palma Holguín, presidente de la Asociación de Apicultores de Aldama dedicados a la producción orgánica de miel, explicó que la situación de los apicultores es diferente dependiendo de las lluvias que se hayan registrado, en el caso de ellos, que se acometan en una zona desértica, la sequía, las heladas atípicas y hasta las lluvias tardías son factores que abonan a la poca producción.
El municipio de Aldama se ubica a 27 kilómetros de la capital del estado. "En algunas zonas llueve y en otras no. Uno de los factores que más ha afectado es la sequía", comentó el apicultor con más de 46 años de experiencia.
Estando en una zona desértica reconocen que deben pasar etapas de sequía, pero debido al cambio climático tienen siete inviernos consecutivos que no llueve, y aunque el aprovechamiento de la floración la hacen a partir de la primavera, no hay humedad en el subsuelo para que la floración de la primavera llegue con flujo de néctar, aunado a que el polen dura muy pocos días, la flor se seca y se cae ello debido a que la planta no está alcanzando humedad.
Ludovico Palma y su familia se dedican a la producción de miel de calidad orgánica, por lo tanto no ingresan a zonas agrícolas o frutícolas, por lo que a sus abejas no les hace mella el uso de pesticidas, pero la deforestación es su peor enemigo.
Se calcula que en Aldama ingresan por semana más de 30 toneladas de carbón lo hacen con mezquite, planta natural de la región, con capacidad para sobrevivir a los cambios climáticos, pero que están deforestando sin control, no hay ninguna autoridad que regule esta práctica.
Las zonas de producción de carbón funcionan con plantas que permanecen humeando cerca de una semana, emitiendo a la atmósfera una cantidad enorme de contaminantes, aunado a que el suelo queda estéril y viene la erosión.
Ludovico criticó que los políticos hablan de reforestación, pero sólo plantan un árbol para la foto y a los meses ya se les olvidó hasta la ubicación. "En lugar de reforestar debemos evitar la deforestación".
A los apicultores les afecta de distinta manera el cambio climático y la contaminación, pero la mortandad de abejas es muy alta. Tan sólo el año pasado, les pintaba bonito el año, pero en el mes de abril heló, justo cuando floreció.
Aunado a ello tuvieron 11 meses sin lluvia, parte de 2017 y parte de 2018, las primeras lluvias cayeron en julio, fue poco, pero las pocas abejas que quedaban se dispararon.
"La producción de miel fue poca, porque ya habíamos perdido una gran cantidad de abejas", comentó Ludovico.
APOYAN A LOS QUE NO TRABAJAN
Hace unos días, el diputado del Partido Revolucionario Institucional, Jesús Velázquez, expuso ante tribuna de Congreso del Estado la situación de los apicultores, con la mortandad del 30% de las abejas a nivel estatal y nacional.
Donde además solicitó que la Secretaría de Desarrollo Rural realice un diagnóstico integral de la actividad apícola, que Sagarpa implemente un programa de apoyo para repoblar y realizar mejoras genéticas de abejas reinas. No podía faltar la capacitación para el uso de plaguicidas y agroquímicos, un factor en la mortandad.
Los productores denunciaron que hay dos clases de apicultores, los que se dedican al cuidado de las abejas y los que se dedican a andar en las oficinas bajando recursos, pero ni abejas tienen, éstos incluso rentan las colmenas para recibir los apoyos gubernamentales, afectando con ello a quienes en realidad se dedican al cuidado y producción de abejas reinas.
"Los apoyos deberían de otorgarse con base a resultados", señaló Ludovico Palma, pues si en realidad se han perdido colmenas se deben de tener los testigos necesarios de la situación, su taller de trabajo y las pocas que quedan en el campo.
Tanto Sagarpa como Desarrollo Rural han preferido apoyar a los flojos, pues cada vez cambian las reglas de otorgamiento de apoyos. Empezaron apoyando a productores con menos de 500 colmenas, luego a 300, hasta disminuir la cantidad hasta 175, con la finalidad de incrementar sus números en apoyos, cuando en realidad los apoyos no son suficientes.
La mayor parte de los apoyos le dan prioridad a la polinización, “le están dando mucha relevancia a los que se dedican a la polinización, nosotros no nos dedicamos a la polinización porque contaminaríamos nuestro producto y no sería de calidad orgánica, entonces a nosotros nos relegan y no es justo, nosotros polinizamos lo más importante que es la vegetación silvestre”, dijo Ludovico.
Hizo énfasis que al extinguirse las abejas nos extinguiríamos todos porque sin polinización no hay nuevas generaciones de plantas ni comida, para nosotros ni los demás animales. “El Gobierno debe tomar cartas en el asunto para apoyar a los que trabajan con las abejas, que produce, porque yo calculo que más de la mitad que se dicen apicultores no tienen abejas y sólo los meten en una lista para recibir recursos, éstos deben de ir para la gente que trabaja”.
EN CRISIS LA PRODUCCIÓN DE MIEL
Palma Apiarios logró tener 700 colmenas, la situación se ha puesto crítica y actualmente sólo le quedan 300. En su máxima producción llegaron a 20 toneladas. "Ahora producimos de 1 a 3 toneladas, ese tamaño es el problema que estamos padeciendo a causa del cambio climático y de las enfermedades en las abejas".
María Luisa Solís, apicultora de la región, señaló que antes no se tenía el problema de las abejas africanas, tampoco varroa que es un ácaro o garrapata que se mete a vivir con las abejas, donde se reproduce y le succiona la hemolinfa, les trasmiten enfermedades y virus. Es un problema que deben de estar combatiendo de manera permanente, pues aunque se esmeren por mantener sus abejas libres, si los vecinos no lo hacen se vuelven a contaminar, pues hay apicultores que no trabajan con sus abejas sólo las tienen de adorno para ir a pedir apoyos de azúcar.
El cuidado de las abejas es demandante. Desde el alimento, pues deben de recibir proteína y carbohidrato. "De lo que vamos vendiendo vamos apartando un porcentaje para la alimentación de las abejas", detalló María Luisa.
La mayoría de la gente piensa que las abejas se alimentan con azúcar solamente, pero la proteína que les brindan se consigue con la mezcla de levadura de cerveza, harina de soya, leche para becerro, harina de huevo y otros. Se bate con agua de miel o jarabe de azúcar. Además adicionarles vitaminas. Muchos apicultores sólo las atiborran de azúcar hasta que mueren, pues carecen de proteína.
La calidad de la miel orgánica les daba para vender a los exportadores, otras toneladas las dedicaban a la venta local y les alcanzaba para surtir a la cadena comercial Alsuper.
Cuentan con taller de producción con energía renovable y equipamiento de primera calidad, con área de envasado a baño María para
que la miel se ponga blanda. Durante este año invirtieron en la compra de 10 tanques de acero inoxidable de grado alimenticio, pues en ello redunda el seguir manteniendo la calidad del producto. También con un banco de carpintería para ir arreglando los bastidores que se quiebran o los cajones.
En Palma Apiarios no se trabaja en un lugar fijo, ya que están a la caza de la floración, se extienden hasta Coyame, Aldama y zonas aledañas al municipio.
La primera cosecha la realizan en mayo-junio, luego esperan que llueva, generalmente agosto-septiembre para cosechar en octubre. Con el mezquite, ocotillo y gatuño inician la cosecha de primavera por regiones, ya que pueden moverse de lugar a donde los arboles florecen más tarde y logran una segunda cosecha con la misma vegetación.
Están a la expectativa, pues si en una zona llueve, a los 15 días habrá flores y mueven sus abejas para lograr una producción, “la única manera de seguir en esto es con mucho trabajo”.
María Luis comentó que el reto es seguir aumentando las colmenas, pues están muy pobres. A la fecha ya tienen la proteína y la azúcar para alimentar a las abejas, pues también tienen un ciclo.
REINAS DE GRAN CALIDAD GENÉTICA
Las abejas reinas de cuerpo esbelto y aterciopelado, abdomen abultado y cola en punta, están marcadas con un punto rojo. A nivel nacional este es el color que correspondió para marcarlas. Ellas se encargan de poner los huevecillos para nuevas generaciones.
En un predio apartado, cuentan con un Centro de Producción de Abejas Reinas. El cambio de clima los ha obligado a parar la producción, pues las abejas ya no se prestan, ello debido a que dejó de llover hace unos días y escaseó el alimento.
Para el mejoramiento genético se buscan algunas características como es la mansedumbre, la productividad y la resistencia a las enfermedades.
En la zona hay colmenas donde sacan las hijas de las reinas, en otras zonas cuentan con otras colmenas que las usan para la producción de zánganos. De la primera zona nacen las reinas vírgenes, salen a hacer su vuelo nupcial, encuentran a los zánganos y regresan ya fecundadas.
Las reinas, las obreras y los zánganos se distinguen por su cuerpo. La reina es una abeja de tamaño considerable, es como si fuera una abeja obrera y media. Su cuerpo es exquisito y aterciopelado, con alas pequeñas. Los machos son casi del tamaño de la reina, pero son gordos, peludos y alas bastante grandes, aunado a que el abdomen es redondeado. Los machos no pican y tienen cabida en todas las colmenas.
En las colmenas de donde extraen las hijas reinas se puede constatar la mansedumbre, a pesar de que el viento en la zona está fresco por esta temporada. Son abejas italianas cordovan, y tienen otras carniola (pis Mellifera Carnica) son muy trabajadoras, pues la productividad es un factor importante, por lo que se buscan las larvas adecuadas.
Mientras que en los porta núcleos que sirven para producir las reinas las cordovan son caras, en México cuestan de dos mil 500 a tres mil pesos una sola abeja reina. Cuando la reina está produciendo se saca, se marca, luego se enjaula y se traslada a una colmena que tenga necesidad, por ejemplo que haya quedado huérfana.
A la fecha sólo están produciendo entre 200 y 300 por temporada, es decir autoconsumo, pues se requiere de mayor infraestructura para la producción para el mercado, aunado a que la temporada ha sido muy mala para los apicultores.
El próximo mes de mayo de 2019 se realizará un Congreso Nacional de Apicultores, donde se espera que en realidad se le ponga énfasis a quienes trabajan en zonas silvestres, porque producen y aportan su esfuerzo para que la actividad que se ha vuelto poco rentable no desaparezca.