Entre los grupos que disputan el control del crimen organizado en la ciudad de Chihuahua, destaca una mujer que mantiene el liderazgo del Nuevo Cártel de Juárez y se hace cargo de defender los intereses de dicha organización desde hace más de cuatro años, de acuerdo con los datos de inteligencia obtenidos por la Fiscalía General del Estado.
Se trata de una mujer identificada como Ariana Anel C. R., quien al interior de la organización le apoda “la Inge” y quien incluso en 2018 fue acusada de haber perpetrado ataques a elementos de la Comisión Estatal de Seguridad en la ciudad de Chihuahua, pero al momento no ha sido localizada.
Los recientes homicidios en la ciudad de Chihuahua le siguen siendo atribuidos a estas bandas criminales, que siguen buscando el dominio de los espacios para distribuir droga y obtener ganancias de otros negocios ilegales, de acuerdo con el seguimiento de la unidad de inteligencia de la corporación estatal.
Esta disputa también es encabezada en el otro extremo, en el Cártel de Sinaloa, por un sujeto identificado como Ramón S. V., “el Soto” o “el Doctor”, quien es un ex agente ministerial y también cercano a Joaquín “el Chapo” Guzmán, quien tras su liberación regresó a disputar el territorio e instruir y cometer una serie de homicidios, principalmente de integrantes de grupos antagónicos.
A Ariana “la Inge” le detuvieron en 2018 a su “mano derecha”, Fabián Antonio G. R., a quien le aseguraron un arma de fuego tipo fusil calibre .223 mm abastecida con 30 cartuchos útiles, 3 paquetes de marihuana forrados con cinta adhesiva con un peso total de un 1.312 kilos, vehículo Nissan Altima modelo 2010 y 100 billetes con denominación de 20 pesos.
Ambos encargados de las bandas delincuenciales, mantienen conflictos históricos por la disputa de los terrenos para el comercio de drogas y otros negocios ilegales, además de que se han encargado de asesinar a colaboradores que mantienen la tasa de homicidio de entre 1 y 5 homicidios al día.
De acuerdo con la información concentrada por los agentes de seguridad, en las filas de los grupos criminales, las mujeres han aumentado su participación e involucramiento en estas organizaciones delictivas en los últimos años, pasando por distribuidoras hasta ocupar los cargos de encargadas de plaza.