Mujeres como Marisela y su hija Ana Ramírez tomaron barra y pala para comenzar a limpiar los terrenos que les asignaron en Punta Oriente, mientras sus esposos salieron a trabajar para sostener a la familia.
A ambas, el sitio donde vivirán de ahora en adelante les parece muy alejado, tomando en cuenta que radicaban en Nuevo Triunfo. "Habrá que cambiar de trabajos, escuelas para los niños, y hasta buscar a otras personas para que cuiden a nuestros hijos porque las anteriores ya nos quedan muy lejos", comentó Ana.
Dieron a conocer que las autoridades municipales les venderán un terreno de unos 7 por 20 metros en 36 mil pesos, en abonos, o al menos eso les prometieron, pero confesaron que ya no saben qué creer porque en un principio les habían “prometido” un cuartito ya edificado con un baño; sin embargo, al final de cuentas fue sólo el terreno.
En este sentido, manifestaron que no tienen problemas en trabajar duro para poder hacer su patrimonio, pero hay personas que no pueden hacerlo, como las madres solteras y las personas con discapacidad que no tienen quién les ayude.
En el caso de la familia Ramírez, construirán su casa principalmente con madera, material del que también era su anterior vivienda, aunque ya no cuentan con toda la madera porque varia se destruyó cuando los desalojaron. Aparte, al retirar las casas con maquinaria pesada, dañaron el lavabo, taza de baño, tablarrocas y vigas.
La familia ya iba a cumplir un año en la colonia Nuevo Triunfo y ahora tendrán que empezar prácticamente de cero, pero eso no las detiene o las desanima, al contrario, ellas mismas agarran herramientas para levantar lo más pronto posible su casita.
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