En 2017 las cifras de mortalidad por neumonía y diarrea eran de 1.4 millones de niños menores de cinco años. De acuerdo con la Asociación Mundial del Lavado de Manos (GHP, por sus siglas en inglés), los estudios más recientes han encontrado que los niños que viven en hogares donde se recomienda el lavado de manos y el jabón tienen la mitad de las tasas de diarrea, en comparación con los niños en hogares donde no los hay.
Cuando se practica de manera periódica el lavado de manos con jabón puede considerarse una “vacuna casera” porque es fácil, eficaz y asequible. Una revisión de más de 30 estudios por parte de la Asociación determinó que lavarse las manos con jabón reduce la incidencia de diarrea casi a la mitad.
Las heces humanas son la fuente principal de gérmenes que causan diarrea, lo que incluye fiebre tifoidea y cólera, y todas las otras infecciones gastrointestinales endémicas comunes. Estos gérmenes hacen enfermar a las personas cuando ingresan a la boca por las manos, que han estado en contacto con heces, agua potable contaminada, comida cruda sin lavar, utensilios no lavados o manchas en la ropa.
Las manos limpias de una persona impiden la transmisión de enfermedades a otras personas y pueden mejorar significativamente la salud de la familia y reducir la incidencia de enfermedades comunes, para esto, el lavado de manos con jabón es fundamental para lograr y mantener una buena nutrición.