En el Poder Judicial se vivió un proceso histórico, que se desarrolló en absoluto apego a los principios de independencia, imparcialidad, eficiencia, eficacia, legalidad, excelencia, profesionalismo, honestidad, diligencia, celeridad, honradez, veracidad, objetividad, competencia, honorabilidad, lealtad, probidad, rectitud, transparencia y máxima publicidad que rigen la función judicial. De ello fueron testigos actores del más alto nivel en nuestro Estado y el País.
La elaboración del examen corrió a cargo de la universidad Iberoamericana financiado por FICOSEC; el resguardo de los exámenes, las sedes y las plataformas de aplicación fueron facilitados por la UACH y la UACJ, instituciones de estudios superiores y organizaciones con amplio prestigio. El contenido de los exámenes y su carga en la plataforma fue rigurosamente vigilado por fedatario público y observadores de la sociedad civil.
El desarrollo de ambos procesos fue observado por los integrantes del Órgano Colegiado para la Elaboración de Exámenes y Simulación de Audiencias, por la sociedad civil y estuvo validado en todo momento por el pleno del Consejo de la Judicatura, por lo que el Consejero Sotelo estuvo al tanto de los detalles de cada etapa y conoce el contenido de todos los archivos que soportan las deliberaciones del Consejo. Hechos que están documentados con el levantamiento de las actas en las que obran las firmas autógrafas de quienes integran el Consejo, incluido el Licenciado Sotelo Mesta, cuya presencia -además- se revela en el registro fotográfico del proceso.
Es por ello que los restantes miembros del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Chihuahua, negamos categóricamente las descalificaciones hechas por el licenciado Jesús Joaquín Sotelo Mesta.
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