Al menos dos casos diarios de maltrato infantil ocurren en la ciudad, delito que se ha incrementado a partir de la contingencia sanitaria por el Covid-19, ya que antes de ésta, se reportaba un caso cada 72 horas al número de emergencia 911.

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La mayoría de las víctimas son niñas de entre 2 y 11 años de edad, y las colonias donde más se ubican estos casos son: la Revolución, Vistas del Norte, Centro y Riberas de Sacramento, esto se muestra en el Resumen de Patrones de Comportamiento de Servicio de Emergencia.

Por rango de edad, son las niñas de 0 a 11 años quienes en su mayoría son víctimas de maltrato, con 94 casos entre marzo y junio, lo que da una referencia del grupo más vulnerable en este delito.

A las niñas le siguen las jóvenes de 18 a 29 años, con 53 casos; posteriormente adolescentes de entre 12 y 17 años, con 48 casos; mujeres de 30 a 44 años, con 13 casos, y de los 45 a los 59 años son tres casos registrados entre los citados meses.

Las colonias Revolución, Vistas del Norte, Centro y Riberas de Sacramento son las que presentaron más eventos de este tipo y en menor medida: La Campesina, Pavis Borunda y La Esperanza.

El Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia señala como maltrato infantil, toda agresión u omisión intencional, física, sexual, psicológica o negligente, contra una persona menor edad, antes o después de nacer y que afecta su integridad biopsicosocial a corto, mediano o largo plazo.

Dicho centro señala los distintos tipos de maltrato:

Abuso físico: Es cualquier acto no accidental que provoque lesiones físicas al niño, enfermedades o el riesgo de padecerlas.

Abuso sexual: La práctica de un contacto físico o visual, cometido por un individuo en el contexto sexual; con violencia, engaño o seducción, ante la incapacidad del niño para consentir, en virtud de su edad y diferencia de poder. Es dirigido hacia el silencio de la ofensa grave que puede sufrir un menor en su dignidad.

Abuso psicológico: Son las acciones, generalmente de tipo verbal o actitudinal que provocan en el niño daños emocionales, por ejemplo: rechazar, ignorar, aterrorizar, no atender sus necesidades afectivas, de socialización, de desarrollo de la autoestima positiva, estimulación, etc.

Negligencia: Es cuando no se atienden las necesidades básicas del niño (alimentación, salud, educación, vivienda, etc.), así como el incumplimiento de los deberes de cuidado y protección.

Los factores de riesgo para el maltrato infantil existen a nivel individual, familiar, comunitario y social; estos influyen en la probabilidad de que el maltrato infantil ocurra, se repita o cese.

Los factores que vuelven vulnerable a la población infantil son estar entre los cero y cuatro años de edad, o bien, ser adolescente.

El hecho de no ser deseados o de no cumplir las expectativas de los padres y/o tener necesidades especiales, enfermedades crónicas o rasgos físicos anormales (discapacidad). Asimismo, el hecho de ser mujer pone en desventaja a las menores.

Entre las características que pueden presentar los generadores de violencia, se encuentran tener antecedentes personales de maltrato infantil; falta de conocimientos, o expectativas no realistas sobre el desarrollo infantil; consumo indebido de alcohol o drogas; participación en actividades delictivas, así como vivir en extrema pobreza, desempleo y/o disfunción familiar.

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