Mientras amamantaba a su hijo una bala perdida lesionó tanto el pecho como la boca de un pequeño de tan sólo un año y medio, la esquirla proveniente de las vivas de Año Nuevo atravesó el tejado de la vivienda ubicada en la calle Rancho La Almanceña, cayendo justamente en el pecho de la fémina al momento de alimentar al bebé. El padre de familia fue quien los llevó al Hospital General y tras varias horas, fueron atendidos y se reportaron estables de salud.
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La madrugada del primer día de este 2020, la fiesta se tornó en casi una tragedia para una familia de la colonia Almanceña, ya que una de las balas de las denominadas “vivas” cayó en el tejado, traspasándolo para caer justamente en el rostro de un niño de apenas un año y seis meses de edad lesionando también a su madre que lo amamantaba en ese momento.
Ya habían pasado las 12:00 horas y mientras varias personas seguían accionando sus armas de fuego al aire, para esta familia se volvió un martirio al momento de que sucedió lo inesperado, lo cual rompió el encanto de las fiestas con el llanto del pequeño y la sangre esparcida en su rostro y en el pecho de la mujer.
Fue el padre del menor, quien al ver la escena en la boca de su pequeño y en el pecho de su mujer, de inmediato decidió abordar un vehículo particular con destino al Hospital General donde estuvieron solicitando atención hospitalaria y al ser atendidos por fortuna fueron reportados como estables.
El menor identificado como Octavio Isaí de 1 año y seis meses de edad sufrió una herida en su labio inferior mientras que su madre en parte de su pecho, siendo el menor quien ingresó al quirófano ya que requería una sutura, pero por fortuna no pasó a más.
Según se mencionó, la bala, era un casquillo que corresponden a un arma larga de las que se denominan AK-47 cuya potencia es mayor al caer, por lo que techo de lámina fue atravesado con facilidad por esta esquirla.
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