María Luisa Molina, de 35 años de edad, se acaba de quedar sin trabajo al terminar su relación laboral en una empresa donde se desempeñaba en una cocina industrial, y ahora no sabe con qué alimentará a sus hijos la noche de mañana, víspera de Navidad, ni qué decirles por la falta de obsequios, al ser madre soltera de tres niños de 6, 8 y 14 años.

“No tengo ni para la cena de los niños, aquí en mi cuartito me gustaría cenar, y acostarme a dormir temprano con mis niños, porque no tengo ni para un regalito”, expresó afligida la madre.

Sus hijos son Joan Daniel Romero Molina, Gael Michel y Valeria. Gael Michel solicitó su comida favorita, ¡donas!, pero Joan Daniel dijo tímidamente, que él prefería cenar pavo, como le han dicho sus amiguitos que cenarán. Su mamá Verónica tratando de mediar la situación, dijo que lo que se pudiera estaría bien, que lo importante es tener alimento sobre la mesa, y estar unidos los hijos con su madre.

Los niños calzan del 19 y 17, respectivamente; y la jovencita de 14 años, Valeria, del 3.5.

“Yo no pido nada, nada más trabajar para poder sacar a mis hijos adelante. El papá de los dos niños no me da dinero, el de la niña sí, me da 400 pesos a la semana, y con eso es con lo que voy logrando el milagro diario de cada día, pero no es mucho”, finalizó.