Cuauhtémoc, Chih.- Familiares de Adriana Jacobo Rocha manifestaron que los homicidas de esta joven “nos mataron a todos”, al expresar su inconformidad por la posible sentencia de dos a cinco años de cárcel que recibiría el menor de edad Yovani de Jesús González Rodríguez, de 16 años, por este delito, pues “es un monstruo, no es un niño, es una bestia”.
Una tía de Adriana decidió hablar en nombre de los familiares solicitando el anonimato a este medio de comunicación.
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Comentó que las cárceles a las que van los menores en realidad no son centros de readaptación social, “si ahorita a los 16 años tú tuviste la malicia, la capacidad para actuar con esa saña ante una persona inocente, porque mi sobrina era una persona completamente inocente (…) con engaños tuvieron la capacidad (él y Alexa Quezada, de 18 años), la maldad de hacerle esa crueldad, esa aberración”.
Reprobó que la novia de Yovani y la mamá de la novia presuntamente testifiquen a favor de éste, así como el hecho de que haya madres de familia que permitan que sus hijos también lo hagan.
“Porque es un monstruo. No lo llamo un niño, no es un menor de edad, no es un ser humano para mí, es una bestia, es un monstruo. Ustedes no vieron el cuerpo de mi sobrina, cómo lo ultrajaron, cómo lo dejaron. Nosotros sí. Estamos muy dolidos por eso (…) Como madre de familia yo le aseguro que aquí en Cuauhtémoc todos estamos muy molestos por eso. Cómo va a ser posible que haya leyes que permitan (esto). Cómo un legislador no puede pensar que uno de sus hijos puede caer en manos de esos monstruos”, manifestó.
Expuso que no es posible que la máxima sentencia sea únicamente cinco años de cárcel para Yovani, “yo no quiero a esa bestia aquí afuera, y yo creo que muchas madres de familia tampoco. Hay que concientizar a todo mundo, exijamos a las autoridades de que si (los menores) actúan como adultos, si se atreven a realizar un crimen tan atroz como adultos, porque no es un ser humano el que lo hace, que paguen las consecuencias”.
Acompañada de otros familiares, describió a Adriana Jacobo como una jovencita tranquila que no salía de su casa, dedicada al estudio, tranquila, que no salía a beber alcohol, bien portada, que no dañaba a nadie, mientras uno de ellos expresó con profunda tristeza “nos mataron a todos”, frase que los demás fueron repitiendo, esto mientras se llevaban a cabo las audiencias de quienes privaron de la vida a la menor de edad.
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