Caso contrario al eslogan del Gobierno del Estado titulado “Deporte con valor”, se encuentran en condiciones no aptas para practicar deporte las canchas de futbol rápido ubicadas en el bulevar Gustavo Díaz Ordaz, que ante el uso constante del lugar se ha deteriorado gran parte de la infraestructura de las instalaciones.
Las instalaciones ya cuentan con “hoyos” en el césped artificial que le colocaron hace un par de años, lo que genera inconformidad entre los equipos que participan en los torneos que se realizan día a día, ya que a pesar de pagar una cuota de inscripción y arbitraje el lugar no tiene mejoras, según explicaron algunos de los jóvenes que se encontraban practicando deporte al interior.
Hasta el momento no se tiene un proyecto de rehabilitación para la zona, pues cuando surge alguna imperfección, la cubren con un espacio de césped y van parchando la cancha, mientras que en algunos quedan abiertos y generan constantes accidentes, donde hasta el momento no se ha registrado algún caso importante por las malas condiciones del lugar.
Según la página oficial de las canchas donde se dan a conocer los juegos e información relacionada con las actividades de “El Bule”, a la semana existen 100 juegos de lunes a domingo, y cada equipo realiza el pago de 150 pesos por juego, es decir que a la semana si no existen contratiempos o algún ausencia de equipos, generarían un recurso de 15 mil pesos por los juegos que se realizan de 4:00 p.m. a 10:00 p.m.
La ganancia que genera el establecimiento es superior a los 800 mil pesos anuales, sin contar el concepto de inscripción que ronda en los 300 pesos por equipo, eventos externos o torneos internos que se realizan en diversos horarios, escuela de futbol, entrenamientos y diversas actividades que se practican sólo en las canchas de futbol rápido.
Esta infraestructura deportiva, que se encuentra a un costado del Rodrigo M. Quevedo, tiene decenas de años en uso, donde de lunes a viernes principalmente cuenta con un alto flujo de participantes que entrenan o aprovechan las tardes para practicar algún deporte, sin embargo, la cancha de futbol rápido y la zona de los baños son los puntos más ineficientes debido a su descuido y exceso uso.
Pese a los recursos que se generan de dicho lugar, el Gobierno del Estado, que es el ente encargado del lugar, no ha realizado inversiones importantes que impacten en la rehabilitación del lugar, ya que sólo se esmeran en tapar los daños y no se busca un proyecto integral que contemple todos los detalles a profundidad.
Al momento, la alfombra que cubre la cancha se encuentra a un 20% de funcionalidad, las tablas están dañadas al punto de fractura, algunas de las luces se mantienen apagadas durante la noche, los baños son insalubres, las puertas de las “bancas” no sirven, entre otros detalles encontrados en un recorrido por la zona.
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