CD. Juárez, Chih.- El amor es el principal motor de ayuda para quienes decidieron brindar su tiempo y esfuerzo a favor de la comunidad migrante que se hospeda en albergues cristianos en Ciudad Juárez, aguardando el momento de resolución para ingresar a Estados Unidos.
La atención por el prójimo llevó a los creyentes a implementar una red de albergues con la finalidad de otorgar a los recién llegados un lugar seguro donde pudiera alimentarse, hospedarse e incluso recibir terapia espiritual y psicológica.
Misión Rescate La Esperanza es uno de los albergues que conforman la red, y aunque originalmente nació como un centro de rehabilitación, a partir de la problemática de los migrantes se decidió convertirlo en un punto de apoyo para toda persona que lo necesitara.
De acuerdo con el Pastor Hugo Sánchez, quien lleva la administración del albergue, durante los meses se ha registrado un incremento de migrantes, tan solo el pasado viernes recibió ocho personas nuevas de Honduras, también un grupo de cubanos, además de gente proveniente de Nicaragua, de Haití, Guatemala y El Salvador.
Sánchez admitió que en ocasiones algunos vienen con la mentalidad de las pandillas, existiendo quienes no les importan si tienen que trabajar como mulas con tal de llegar al otro lado. “Son presas de las personas que andan trabajando aquí en la localidad y si muchos de ellos vienen con ese trasfondo, los reclutan fácilmente porque es dinero fácil. En esos casos nada más se les apoya aquí un par de días y luego ya no regresan”, indicó.
Al respecto, concluyó que no todos son malos, como no todos son buenos. Razón por la cual una de sus mayores satisfacciones es ver a los migrantes siendo trabajadores, útiles, productivos y buscando el bienestar sin la necesidad de hacerlo por la vía rápida.
De la misma manera, en el comedor público Mirando a lo Alto, ubicado a escasos metros del muro fronterizo, se reciben a los migrantes con un plato de comida hasta que queden satisfechos y con la palabra de Dios, aunque el comedor no pertenece a la red de albergues. Jesús Tavizol Rodríguez ha mantenido en pie el lugar desde hace 19 años gracias al interés de personas del Paso, Texas en ayudar al ver a las personas esperando una oportunidad para cruzar la frontera.
Actualmente, la familia Rocha, perteneciente de una iglesia ubicada en el Paso, Texas, entrega comida y preparada con la que se alimentan cerca de 30 migrantes al día, una cantidad que se ha reducido gracias a la apertura de más lugares que les brindan ayuda.
“Adoro lo que hago. Todo ser humano necesita amor y el amor de Dios es incomparable y es para repartir. Al final del día todos tenemos alguna necesidad y estas personas que vienen de tan lejos con una ilusión, no hay más que echarles la mano en lo que se pueda”, indicó Tavizol.
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