Con gozo y solemnidad se realizó la ceremonia de ordenación clerical de José Tadeo Rivas de la Torre, en la que la santa misa fue celebrada como presidente el arzobispo de México de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa, Ezequiel Guadarrama Jaimes, Vladyka Serafin, en esta ciudad de Chihuahua.
A la ceremonia acudieron sacerdotes de Guadalajara, Ecatepec y Torreón, de donde procede el joven que fue recibido a las órdenes clérigas, al rito que es considerado el más antiguo dentro del catolicismo, en la rama de la Iglesia Ortodoxa Eslava, del rito bizantino.
“La formación es según el lugar donde estemos, con la fuente más cercana de la Iglesia Ortodoxa, que en México está expandiéndose, tiene sus puntos de afluencia. Según la distancia se van manejando los periodos de formación, la situación del clérigo, aspirante al sacerdocio, si es casado o soltero, si está estudiando y todo eso se va considerando en la formación. Se llevan los estudios filosóficos, teológicos, y sobre los concilios. En general la formación es intensiva”, explicó el joven ordenado.
La Iglesia Católica Ortodoxa tiene sus orígenes, sucesión apostólica desde los primeros siglos del cristianismo, pero está más enraizada en las tradiciones de los primeros siglos.
Al referirse al motivo que lo llevó a tomar la decisión de la consagración, dijo, “todos los cristianos tenemos la misión de amar, de evangelizar, de hacer presente el amor de Dios en el mundo, pero el sacerdocio tiene que vivirlo con excelencia, con profundidad, con santidad, y que Dios llegue a la vida de los hombres, los irrumpa, los llame, llena la vida de la gente de esperanza, de sentido, de lo que busca el mundo en medio de tanta violencia, distorsión, inseguridad, alejamiento de Dios. Es importante porque Dios sigue estando entre nosotros”.
Posteriormente, las personas que han decidido abrazar la ortodoxia, y se acercaron al altar donde fueron crismados, y donde se rogó por que se conservaran en santidad y en la fe católica ortodoxa, al tiempo que fueron ungidos con aceite para recibir el don del Espíritu Santo y recibieron un cirio encendido que representa la luz de Cristo.
Luego, inició la ceremonia de elevación a clérigo de José Tadeo Rivas de la Torre, quien se presentó voluntariamente a abrazar la ortodoxia.
Dentro de la ceremonia, hincado frente al altar, le fue cortada la cabellera como un signo visible de su decisión, asimismo, se le impuso la sotana negra y una casulla blanca encima, con la pronunciación de la palabra ‘axios’, que significa digno. “Rogamos Señor Omnipotente, que a este siervo tuyo a quien le hemos cortado hoy los cabellos, por el amor divino se mantenga constante en tu amor, y le guardes para siempre de toda mancha”.
“Ahora a este hermano nuestro que ha sido elegido y que por su propia voluntad ha querido abrazar la ortodoxia, pero no solamente como fiel cristiano, sino que da el primer paso para su carrera y sus estudios como clérigo”, señaló el celebrante.
Y exhortó, “amadísimos hermanos, oremos por este siervo que movido por su amor, se presenta voluntariamente a dejar su cabellera, que el Señor le conceda el Espíritu Santo, que mantenga siempre con él la virtud de la religión, defienda sus corazones de los obstáculos del mundo, y los deseos. Así como cambia este signo visible, así su diestra le conceda la virtud, la luz del eterno Señor”.
Al dirigirse a Tadeo, le dijo que tuviera en cuenta que ha pasado a ser competencia de la Iglesia y a participar de los privilegios del clero, por lo que lo instruyó a no perderlos y cuidar siempre de agradar a Dios, conforme a las costumbres buenas.
A la comunidad ahí reunida, les informó que no solamente recibiría el hábito que lo hace como clérigo, sino que se le confirió también el electorado, por las razones pastorales de la distancia para que ahí mismo puedan trabajar en nombre de toda la Iglesia esa nueva misión de San José, en Torreón, donde se está formando otra comunidad junto con el padre diácono Santiago.