Los agentes fueron a más de 150 viviendas acompañados por personal del DIF y de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para que todo fuera apegado a derecho; en forma de “barredora”, las fuerzas estatales y municipales avanzaban de arriba hacia abajo hasta que cada inmueble era totalmente desalojado.
La primera visitadora de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Karla Gutiérrez, señaló que en ningún momento se hizo uso de la fuerza pública, pues hubo un acuerdo previo donde los “invasores” acordaron retirarse sin problema alguno, siempre y cuando fueran tomados en cuenta para ser candidatos a un crédito.
Cada uniformado después de cerciorarse que todas las personas habían salido de las viviendas, ingresaba a las mismas para revisar que no se olvidara alguna pertenencia, en tanto, en algunos casos, se utilizó un agente del K-9 para descartar la presencia de narcóticos.
Algunas de las personas que habían invadido las viviendas hace un par de días tuvieron que salirse de sus trabajos para poder sacar todas sus pertenencias, madres de familia con hijos en brazos llamaban a los maridos para que fueran rápido y evitar que los tomara la noche por sorpresa.
Aproximadamente 400 personas que eran desalojadas pedían que se tomara en cuenta que desde que llegaron limpiaron todas las viviendas y la calle, exclamando que son personas trabajadoras y que con su llegada también impiden que malvivientes o “malandros” se apoderen de las mismas y las conviertan en “picaderos”.
En el operativo policial participaron al menos 150 agentes de las diferentes corporaciones, quienes rodearon toda la zona del fraccionamiento donde se encontraban los invasores o “paracaidistas”.
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