La pandemia de Covid-19 ha disparado la depresión en el hombre, al grado que el 80% de los suicidios consumados se registran en el hombre, el confinamiento en los adolescentes puede incrementar el uso de pornografía y la violencia familiar.
El maestro Andrés Gaeta, del Instituto Chihuahuense de Salud Mental, explicó que debido a los estereotipos sociales que cargan los varones, como ser el proveedor, ser fuerte y correr riesgos porque es más hombre, los lleva a no buscar ayuda, a pesar de que la pandemia los coloca en situaciones difíciles a las que no están acostumbrados.
Si bien les fue y no los corrieron de su fuente de empleo, pero trabajan desde casa, se dan cuenta de que la crianza es una cuestión difícil al igual que las actividades en el hogar.
Ante esta situación la depresión se hace presente donde expresan enojo, irritabilidad y agresiones.
A los hombres les cuesta trabajo expresar sus emociones y reconocerse vulnerable, ello le impide pedir ayuda y llegar a un consumo problemático de alcohol y otras sustancias.
El maestro destacó que el reto es que el hombre aprenda a expresar emociones sin la necesidad de consumir alcohol, ya que generalmente se siente más “valentones”.
Recomendó que es necesario expresar emociones para que los síntomas depresivos no se hagan más fuertes y que la violencia familiar se incremente, ya que el hombre pasa más tiempo en el hogar.
Socialmente han aprendido a evadir conversaciones donde se les invita a hablar de lo que sienten, por lo que dijo que en este momento es un área de oportunidad para fortalecer las redes.
Raúl Cuevas, coordinador estatal del Programa de Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes, dijo que en alguna porción de los adolescentes, la irresponsabilidad se manifiesta al irse de “peda” con los compas. En el aislamiento está el enojo, la frustración y no poder ir a ver la novia, lo que les genera ansiedad.
En los adolescentes la interacción se realiza a través de las redes sociales, donde la celotipia aumenta debido a que la novia le da like a alguien o algo.
De la misma forma se hizo énfasis en que es necesario que hablen de salud sexual con los adolescentes para evitar que en este confinamiento caigan presas de la pornografía.
De acuerdo a un estudio se asienta que entre los adolescentes que ven pornografía piensa que cuando una mujer dice que no quiere sexo es sí y el 11% de los adolescentes que ven pornografía violaría a una mujer si no existieran implicaciones legales.
El coordinador del programa de Salud Sexual señaló que existen implicaciones fuertes de la pornografía, ya que quienes ven pornografía ven a las mujeres como objetos a disposición del hombre, la violencia se normaliza, y la cuestión de una imagen de cuerpos perfectos también genera conflicto.
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