Desde hace tres años el Centro de Investigación y Recursos Naturales empezó a experimentar con plantas de sotol para encontrar la variedad que mejor se adapte a comunidades de la región sur del estado, como Valle de Zaragoza, Savalza y Sierra de Almoloya, donde poco a poco ha aumentado la producción para competir con zonas como Coyame y Madera, donde se obtuvo la denominación de origen para esta bebida y en aras de incursionar en cultivos alternativos ante la extrema sequía.
Transcurría el año 2021 cuando en el Centro de Investigación para los Recursos Naturales a cargo de la doctora Isaela Villalpando comenzó la experimentación del cultivo del sotol con plantas, ya que consideró que las plantas se están acabando y por ello se debe reproducir nuevamente la planta nativa del estado. “Aquí nosotros producimos planta y son, pues, establecidas, no nacieron aquí, nosotros las pusimos, podemos decir que es una planta muy redituable”, señaló previo a comenzar con un recorrido por el lugar.
Con al menos 5 filas de 10 plantas cada una entre hembras y machos, la planta de sotol se encuentra sobre uno de los predios pertenecientes al Cirena donde trabajan para la experimentación y después obtener resultados que permitan a los productores conocer cuál es la mejor opción para trabajar dependiendo de las zonas, aunque recalcó que se tratan de variedades sobre todo de zonas calientes.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Chihuahua
Explicó que la planta tiene una “piña” por debajo, retiran todas las hojas y se quedan únicamente con la piña para después cocerla, fermentarla y luego destilarla. Una vez realizado lo anterior dejan un hijuelo y verifican si con las raíces de este que se quedaba, el “hijo” que era de los que crecía más rápido, pero no ha funcionado y prácticamente retiran todo.
Verifican que tienen diferentes variedades cerca de entre cuatro y cinco en la región, pero sobre todo de zona caliente y de alta densidad. “Tenemos dos hileras encontradas, hay una planta sí y otra no, y hay una línea de riego por el medio. El tallo de la flor nada más las hembras dan, o sea, no se distingue si es macho o hembra hasta que no le sale la flor y fluorescencia, las que tenemos ahí son las hembras que están este año y tienen de hecho”.
Añadió que la plantación la tienen como semillero porque la planta ya es vieja y quizás no darían buen sotol. “Yo he platicado con muchos sotoleros porque como que casi no hay tanta investigación, y esto para saber, todavía nos falta mucho por investigar, pero lo interesante es que ya se está dando”, manifestó.
Dijo que la planta con la que cuentan prácticamente es del desierto chihuahuense, aunque también dijo que se da en parte de Coahuila; además manifestó que se tiene una plantación nueva de sotol. “Es algo interesante de todas las plantas nativas”, narró la directora del CIRENA.
Caracterización genética de Sotol en la región sur del estado
Como parte de la investigación y según los resultados compartidos en la página oficial del Dgetaycm, al cual pertenece el Centro de Investigación y Recursos Naturales, el sotol (o sereque) es el nombre común que recibe un grupo de plantas pertenecientes al género Dasylirion, que comprende veinte especies. En Chihuahua, tiene importancia cultural, social y económica; a partir de ella se elaboran bebidas fermentadas y artesanías. Las plantas son tomadas de poblaciones silvestres, lo cual implica su disminución y la pérdida de diversidad genética, por ello, se investigaron las poblaciones silvestres de sotol con objeto de identificar su especie y evaluar la variabilidad genética de las poblaciones.
Como parte de la dinámica, los especialistas colectaron muestras en tres sitios: Valle de Zaragoza, Zavalza y Sierra de Almoloya ubicados en tres diferentes municipios y se muestra un sitio donde el sotol es cultivado en parcelas.
Una vez realizado lo anterior, en el laboratorio de Biología molecular aplican una extracción de DNA del material vegetal. Posteriormente, se amplifica una región específica de un gen del cloroplasto mediante PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa). Las amplificaciones fueron purificadas y secuenciadas; los resultados fueron sometidos a análisis mediante diferentes programas bioinformáticos.
Llegaron a la conclusión de que existe una alta variabilidad genética entre los individuos de diferentes poblaciones debido a su localización geográfica, lo que concede a las plantas una mayor probabilidad de sobrevivir a eventos como sequía, plagas y enfermedades.
Además, obtuvieron secuencias de una especie de sotol (Dasylirion leiophyllum), para la cual no se ubicaron otros reportes. Investigaciones como esta, ayudan y motivan a los estudiantes a aprender técnicas de estudio de los recursos naturales para conocerlos y contribuir a encontrar opciones sostenibles de aprovechamiento.
En anteriores trabajos determinaron que existe una diversidad genética de sotol atribuible a la polinización abierta de esta especie asociada al sitio de muestreo. Por otro lado, los factores ambientales como el suelo, estrés hídrico y factores climáticos influyen en la variación genética de sotol.
La doctora, junto a sus compañeros investigadores, en el estudio “Caracterización genética y poblacional del sotol en la región sur del estado de Chihuahua”, dedujeron que las poblaciones de sotol silvestre de la región pertenecen a la especie D. Wheeleri; sin embargo, se necesitan estudios que lo sustenten ya que existen pocas secuencias reportadas de este género.
Aseguran en el material compartido que existe una diversidad haplotípica alta en las poblaciones de sotol silvestre de Chihuahua. De acuerdo a los análisis filogenéticos, las muestras de sotol se agrupan en un claro diferente a otras especies de Dasylirion, con diferentes tiempos de divergencia, es probable que los individuos pertenezcan a otra especie cuya secuencia del gen no ha sido reportada. No existen diferencias en la frecuencia relativa de individuos (%) registrada en cada una de las categorías de altura de planta entre sitios.
Los sitios de muestreo con la mayor densidad de población fueron los de la región de Valle de Zaragoza, seguido por la población de sotol de la Sierra de Almoloya y con la menor densidad en la región de Zavalza. Por lo que concluyeron que en la región Valle de Zaragoza está la mayor cobertura de la población de sotol.
¿Qué es y cómo opera el Cirena?
El Centro de Investigación para los Recursos Naturales (Cirena), inició sus actividades en febrero de 1992 como un programa piloto para tratar de cumplir las necesidades educativas de capacitación e investigación en la región sur.
Se crea oficialmente el 20 abril de 1994, después de realizar acciones de vinculación con el sector social agropecuario y gestiones efectuadas por la entonces Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (Dgeta), ante la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS), antes SEIT.
El Cirena está adscrito a la DGETAyCM y se localiza en las instalaciones donde operó la Escuela Normal Rural de Salaices, municipio de López, Chihuahua, destacando tres grandes líneas de acción, las cuales son las investigaciones acerca de la inducción de nuevas variedades de productos agrícolas en la región, tanto para consumo humano como animal.
Además, las investigaciones sobre cultivos que requieran poca agua para obtener buenas cosechas y las investigaciones sobre la búsqueda de valor agregado para los productos agrícolas
El Cirena cuenta con una superficie aproximada de 30 hectáreas de campos experimentales, 6 laboratorios, 4 invernaderos y un microtúnel, camas calientes de enraizado y 1 módulo de lombricomposta. También el Cirena cuenta con un laboratorio para la reproducción de insectos benéficos.
La doctora Isaela destacó que la plantilla de personal que labora en el Cirena se conforma por 9 personas, entre las que está personal administrativo, investigadores, técnicos de campo y personal de intendencia.
Dijo que los investigadores se especializan en ámbitos diversos, tales como producción de plantas regionales, plantas nativas de zonas áridas, biocontrol de enfermedades y promotores de crecimiento, degradación y mejoramiento de suelos, producción de biogás y biofertilizantes, así como especialistas en cultivos tales como Sotol, Orégano, Pistache, Chile, Nopal y Vid.
Adicionalmente, se cuenta con el apoyo de un número determinado de alumnos residentes, que fortalecen la investigación en el Cirena al mismo tiempo que adquieren conocimientos y habilidades prácticas que les serán de utilidad en el desarrollo de su vida profesional.
Estudiantes: Clave para la investigación
En la mayoría de los proyectos que desarrolla el Centro, se cuenta con la participación de estudiantes que coadyuvan en el desarrollo de la investigación, a través de actividades prácticas acorde a su nivel académico. Los alumnos que colaboran en las investigaciones provienen mayormente de instituciones de nivel superior como los Institutos Tecnológicos o las Universidades Tecnológicas, también se han incorporado alumnos de nivel medio superior.
El procedimiento que los alumnos siguen para hacer una estancia en el Cirena, es primeramente enviar vía correo electrónico una solicitud de residencias acompañada de una copia de su currículum vitae.
El alumno recibe una o varias ofertas de proyectos, dependiendo de su área de especialización. Si el alumno y el investigador están de acuerdo en el trabajo colaborativo, se solicita una presentación formal del alumno (expedida por la institución de origen) y se le entrega una carta de aceptación de residencia.
Otra forma en que los alumnos se integran a los proyectos de investigación del Cirena, es a través de las colaboraciones que se hacen para llevar a cabo proyectos de investigación en conjunto. La colaboración nace de un protocolo de investigación que se somete a financiamiento.
Nota: El Sol de Parral