Aseguran a 23 migrantes centroamericanos en el municipio de Rosales, todos provenían de Guatemala en búsqueda del sueño americano. En su mayoría eran menores de entre 15 y 17 años. Dos polleros fueron detenidos.
Los hechos se registraron la mañana de este jueves en el seccional de Barranco Blanco, en el citado municipio, donde lugareños reportaron daños en uno de los cercos perimetrales del lugar conocido como la hacienda Bachimba, por lo que se solicitó el apoyo de la Policía Municipal de Rosales, por el temor a un posible ilícito.
A su arribo, ya cruzando el cerco afectado, en el monte, los poli preventivos ubicaron un camión de la marca Dodge, línea RAM, de color rojo, con matrículas de circulación del estado de San Luis Potosí, el cual se encontraba abandonado y atascado en el fango.
Al inspeccionar la referida unidad, los agentes vieron que había prendas de vestir, artículos de higiene personal y alimentos. Repentinamente, comenzaron a escuchar murmullos entre la maleza, por lo que rápidamente solicitaron apoyo de otras corporaciones de seguridad.
Al llamado acudieron elementos de la Agencia Estatal de Investigación del municipio de Meoqui, con quienes emprendieron un rastreo en terreno, logrando ubicar a un joven de 25 años, de nombre Peter Alexander R. quien indicó que viajaba junto con poco más de 20 personas.
Junto con él se aseguró un total de 23 migrantes centroamericanos, la gran mayoría, menores de entre 15 y 17 años, los cuales habían partido el pasado martes de su natal Guatemala, buscando el sueño americano.
Según el plan, cruzarían a los Estados Unidos por Ciudad Juárez, con el apoyo de dos polleros, los cuales fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado, específicamente al destacamento de la AEI de Meoqui. Los hoy detenidos fueron identificados como Diego A.R. y Daniel A.P. de 29 y 38 años de edad, respectivamente.
En tanto, los jóvenes indocumentados fueron acogidos por las autoridades municipales de Rosales, quienes les brindaron asilo, alimento, así como acompañamiento médico y psicológico, hasta que las autoridades migratorias inicien los procesos de repatriación.