También conocidos como “limpiabotas”, los boleros de zapatos que aún laboran en Parral mantienen viva una tradición que cuenta con más de un siglo de historia. Tratándose de un oficio que hace felices a transeúntes y visitantes en las calles del centro histórico, siendo una estampa típica durante los fines de semana.
Desde hace muchos años, los lustradores de calzado han prestado sus servicios a lo largo y ancho de la república mexicana, siendo una de esas pocas actividades que, aunque pase el tiempo y cambien las costumbres de la gente, se niegan a desaparecer.
En el caso de Parral, los “boleadores” pueden ser frecuentemente observados por las plazas de la ciudad, sobre todo por las mañanas, ofreciéndose a limpiar los zapatos de los clientes, actividad que implica mucha dedicación y esfuerzo, ya que, como dicen ellos; “El trabajo debe quedar bien, para que el cliente quede contento y regrese”.
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¿Dónde se origina la tradición de bolear zapatos?
Se cree que este oficio nació en el Reino Unido, durante el siglo XIX, debido a que, en esa época, estaban muy de moda los zapatos de cuero, mismos que solían ensuciarse con facilidad; sin embargo, no sería hasta mediados del siglo XX que la actividad se volvió popular a nivel comercial, gracias al lanzamiento de productos como betún y cera para calzado.
En México, el oficio de los boleros experimentó un mayor auge en la década de los años veinte y treinta, donde poco a poco, pasó a consolidarse como una auténtica tradición popular mexicana.
Al grado de que, incluso personajes destacados en la historia, como políticos, comunicadores y cantantes como Vicente Fernández, se dedicaron a esta actividad durante su juventud.
¿Cómo es el trabajo del bolero?
El proceso consiste en lavar el zapato con jabón y luego limpiar; posteriormente se aplica la tinta, la crema y la grasa. Cada una de ellas, con su respectiva tanda de “trapazos”. Mientas que la cepillada, es lo que da el toque final.
Muchos boleros también utilizan un poco de “aguarrás” para eliminar las impurezas sobre el cuero, asegurándose de que el trabajo quede impecable, para que sea del agrado del cliente.
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¿Cuántos boleros quedan en Parral?
De acuerdo al Sindicato de Aseadores de Calzado, actualmente hay un total de 32 agremiados en la ciudad, quienes ofertan sus servicios por un módico precio que va de los 35 a 40 pesos. La mayoría de ellos cuentan con varias décadas de trayectoria, siendo ésta la actividad que han desempeñado desde muy jóvenes.
Un ejemplo es el caso del señor Román Luna Jurado, quien perdió la vida el año pasado a causa de la pandemia de Covid-19, mismo que por más de 60 años, ejerció su oficio como bolero en la plazuela ubicada detrás de Catedral.
Así como él, hay otros tantos boleros que aún realizan su esfuerzo por evitar que el oficio desaparezca, aferrándose a la idea de que siempre serán necesarios mientras haya zapatos sucios y clientes dispuestos a solicitar sus servicios.
Así que la próxima vez que veas a uno de ellos, no sería mala idea llegar a que te limpien los zapatos, así como pasar la voz a otras personas para mantener viva esta bonita tradición
Nota publicada en: El Sol de Parral