El éxodo de decenas de beneficiarios del programa federal Sembrando Vida es consecuencia de los constantes enfrentamientos en el “Triángulo Dorado”, entre miembros del crimen organizado; entre el fuego cruzado, los habitantes se ven obligados a dejar sus comunidades por espacio prolongado, sus viveros son testigos de las refriegas, militares realizan labor social y reviven los sembradíos de guayaba, agave, nopal, maguey, entre otros.
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Comunidades como Rancho Viejo, Santo Domingo, San José del Rincón, Santa Rita, entre otras, las cuales se encuentran lejanas a la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo, que limitan con el estado de Sinaloa, han sido identificadas por los mandos militares como zonas de constantes enfrentamientos, por ello, se realizan operativos tras los reportes de desplazamiento de habitantes como consecuencia de los hechos.
Hacia el interior de la 42 Zona Militar, se ha identificado que las constantes disputas son entre los miembros de dos bandas delincuenciales contrarias, una de ellas dirigida por un sujeto a quien apodan “El Mexicano”, en tanto, el otro cabecilla es Leonel Mendivil, ambos se disputan de manera constante los terrenos del “Triángulo Dorado” por el lado de Chihuahua.
Como consecuencia, los lugareños tienen que abandonar sus hogares de manera temporal, mientras acuden las autoridades a los reportes; sin embargo, en su mayoría son beneficiarios del programa “Sembrando vida”, del Gobierno Federal, los cuales montan sus viveros en los patios y otro tanto, realizan la siembra en sus tierras.
Al abandonar sus casas, los plantíos de pino, encino, agave, nopal, sotol y frutales como durazno, manzana y chabacano, son dejados a la deriva, mientras se suscitan hechos delictivos que en ocasiones, tienen como consecuencia personas fallecidas, víctimas principalmente de quienes son participantes en las refriegas.
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Elementos militares intentan rescatar los viveros
Los propios elementos del Ejército Mexicano, han acudido al auxilio de las comunidades tras el reporte de desplazamiento, encontrando en ocasiones, comunidades en total abandono y con las puertas de los hogares abiertos; los militares realizan acciones de labor social, entre las que destacan el cierre de las casas y revivir los viveros de dichos beneficiarios.
Mientras permanecen en los puntos, con el uso de machetes, palas, picos, entre otros objetos, los elementos realizan los trabajos de la limpieza de los lugares y el acomodo de las “malla sombras”, además del riego si es necesario, respetando en todo momento lo perteneciente a las viviendas.
Por un espacio de tiempo considerable, los elementos castrenses permanecen en las comunidades, mientras sus pobladores regresan a las viviendas, una vez que se asegura la zona y que ellos mismos sienten la tranquilidad con la autoridad federal.
Además, los propios elementos localizan al exterior de los hogares, las plantas que en los viveros se han sembrado y trabajado ya “secos”, como consecuencia del abandono, al verse obligados a dejar sus localidades.
Ello genera pérdida en los desplazados, ya que sus productos en su mayoría, los venden al sur del estado, en municipios como Parral, o inclusive aún más en Chihuahua, por lo que al abandonar las siembras, se dejan de generar ingresos por la venta de lo cosechado.
Cabe mencionar que, el último enfrentamiento del que se tiene registro, ocurrió el pasado 21 de diciembre, en la comunidad de Rancho Viejo y se presentó entre miembros del crimen organizado y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, pertenecientes a la 42 Zona Militar.
El hecho se generó a raíz de que los castrenses verificaban una denuncia anónima, que refería la presencia de civiles armados, con vehículos camuflados similares a los usados por el Ejército Mexicano, sin ser de estos últimos.
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Cuenta Guadalupe y Calvo con casi cuatro mil sembradores
El 27 de mayo del 2022, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con motivo de la supervisión de la carretera Badiraguato-Parral y Durango-Culiacán, así como la Tercera Jornada Nacional de Siembra del Programa Sembrando Vida, acudió a la comunidad de Atascaderos en Guadalupe y Calvo, donde cifró datos del programa junto a la Secretaría de Bienestar, Ariadna Montiel.
Señalaron que al menos en Guadalupe y Calvo, se invierten casi 468 millones de pesos y se cuenta con casi cuatro mil sembradoras y sembradoras, la mayoría del pueblo rarámuri, mismos que se distribuyen a través de 162 Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC´S).
El jefe del ejecutivo, indicó que el municipio de Guadalupe y Calvo, tiene 50 mil 514 habitantes, a través de 12 mil 221 viviendas y hay 22 mil beneficiarios de los programas sociales, quiere decir que, casi en todos los hogares llega un apoyo de todos los programas de Bienestar.
El pasado 05 de enero, el delegado de Bienestar en Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa anunció una nueva visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a Chihuahua, sin tener aún la fecha establecida.
En esta gira, explicó, que el Presidente se reunirá con las y los Servidores de la Nación, directoras y directores regionales, sembradoras y sembradores del Programa Sembrando Vida, así como todos aquellos funcionarios que trabajan en campo.
Nota publicada en: El Sol de Parral
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