Hidalgo del Parral, Chihuahua, ha sido epicentro de diversas inundaciones que marcaron la historia de muchas familias a través de los años, cada espacio rescata la catástrofe provocada por la fuerza de las lluvias, que arrasan todo a su paso sin miramientos, dejando una estela de muerte y destrucción.
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En la memoria de los parralenses sigue guardado el recuerdo de las trágicas inundaciones que han afectado a la ciudad, aterrorizando a quienes fueron testigos de las pérdidas provocadas por la furia de la naturaleza. Desde el año 1932 hasta el 2008, se hace el recuento de estos desastres naturales que hasta el día de hoy, dejan huella entre los habitantes.
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7 de septiembre de 1932
En los registros históricos de la ciudad, se menciona que la primera gran inundación del siglo XX fue un 07 de septiembre de 1932, cuando se registraron lluvias muy intensas en la región conocida como Sierra del Astillero.
Debido a esto, el río Parral de desbordó y destruyó un aproximado de 250 edificios y construcciones, en un área que abarcó desde lo que hoy es la colonia Las Huertas hasta el Molino del Retiro.
Afortunadamente, pese a la magnitud de los daños materiales provocados, no hubo pérdidas humanas que lamentar, ya que los vecinos fueron avisados oportunamente y desalojados de sus viviendas para refugiarse en las zonas altas de la ciudad.
25 de septiembre del 1936
La noche del jueves 24 y el viernes 25 de septiembre de 1936, Parral fue afectado por otra devastadora inundación, la cual, según los registros, fue aún mayor que la de 1932, debido a que el nivel del agua subió a niveles nunca antes vistos.
Se dice que la creciente del río llegó hasta lo que hoy son las canchas del club Río de Janeiro, donde antiguamente se encontraba el Hospital de Jesús, y alcanzó una altura de un metro cincuenta centímetros.
La parte más dramática de aquella tragedia vino al momento de rescatar a los pacientes del hospital, muchos de ellos recién operados, ya que durante las arduas labores de salvamento, el nivel del agua llegaba hasta el pecho de los rescatistas. Lamentablemente, no todos pudieron ser salvados, falleciendo en el lugar una adulta mayor de nombre María de la Luz González, quien se encontraba convaleciente.
Entre los héroes que ayudaron a salvar vidas, se recuerda al doctor Manuel Medina, así como al señor Esteban Ramírez, quien salvó a la señora Magdalena González de Franco, que fue arrastrada por el río y logró sostenerse de uno de los barandales del puente San Francisco.
Entre las áreas con mayores daños por la furia del agua, se encuentran las casas de las calles Carlos Fuero, Barrio del Triste, calle Colegio, Rivera de San Francisco y Barrio de La Alfareña.
Así mismo, resultaron con afectaciones los puentes Antonio Mena, San Francisco, Sobarzo, y una porción del puente Calicanto.
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8 de septiembre del 1944
Fue un 08 de septiembre pero de 1944, cuando Parral sufrió una de las mayores inundaciones en su historia, que incluso, a la fecha, todavía existen pobladores que la recuerdan.
Demetrio Corral, un parralense al que le toco vivir esta aterradora vivencia, menciona que el trágico suceso afectó a miles de familias de la ciudad durante esa fatídica noche del 8 de septiembre de 1944. Señala que fue una noche tan aterradora, que hasta la luz eléctrica se interrumpía constantemente, quedando todo en la más absoluta obscuridad; "Una noche fúnebre”.
El ciudadano recuerda que la fuerza arrolladora con la que el agua fluía, empezó a derribar fincas y arrastraba cuanto se encontraba a su paso, de igual manera, comentó que varios de los antiguos puentes desaparecieron, con excepción del Francisco Villa.
“Parral se convirtió en un enorme lago y el agua llegaba hasta la Plaza Principal, Flores Magón, cruce con 20 de Noviembre, Plazuela Victoria, tocó hasta las banquetas altas de la Villa de Grado, antigua Casa Stallforth, calle Agustín Melgar o del Pueblo, Barrio de Peña Pobre, hoy colonia Talleres, Calles Ángel Trías, Capitán Blanco y Plazuela Meoqui”, aseveró.
Por su parte, su esposa, la señora Josefina Chavira de Corral, agrega que no dejaba de llover y que fue aproximadamente a la una de la mañana del sábado 09 de septiembre cuando empezó a descender el nivel del río y algunos de sus vecinos pudieron retornar a sus hogares para apreciar los graves daños sufridos.
En esta inundación fallecieron 31 personas, mil casas quedaron destruidas y al menos tres mil 416 personas perdieron sus hogares, los puentes dañados fueron reconstruidos y poco a poco Parral y sus habitantes se fueron recuperando de tan lamentables hechos.
Fue durante este trágico evento que tuvo lugar la historia de uno de los más grandes héroes de la ciudad, Jesús Valdez “El Cuadrado”, quien salvó a varias personas durante el desastre; sin embargo, lamentablemente perdió la vida al ser electrocutado por un cable suelto de alta tensión, mientras salvaba la vida de una víctima.
31 de agosto del 2008
La última gran inundación de Parral tuvo lugar la madrugada del 31 de agosto del 2008.
El día sábado 30 de agosto, las intensas lluvias se hicieron presentes alrededor de las 10:00 de la noche, las cuales azotaron a la ciudad con gran fuerza a partir de las 3:00 de la mañana del día siguiente, la intensa precipitación trajo como consecuencia que desbordara el río Parral, afectando los sectores de las colonias Che Guevara, La PRI, Las Quintas, el arroyo El Alamillo; entre otras.
Después, las corrientes del río Parral se abrieron paso por la colonia Las Fuentes, avanzando por la calle Churubusco y posteriormente por la colonia El Parque, dejando a su paso una senda de horror y destrucción. La inundación del año 2008 fue la peor que ha afectado el municipio desde el año 1944, donde el agua que había dado vida y estabilidad a los ciudadanos, se convirtió en el origen del dolor y el desastre de los parralenses.
El Panteón de Dolores quedó desolado, ya que la corriente afectó un total de dos mil 127 tumbas, los cadáveres fueron extraídos y flotaban sobre el agua. Los testigos oculares describen la escena como un paisaje deprimente, con un olor entre lo nauseabundo, y la tristeza, entre el instinto de supervivencia y el deseo de encontrar aquellos seres que el río arrastró.
El periodista Eloy Morales, en su obra Agosto Negro, describe que de acuerdo al censo final, 217 microempresas y comercios fueron afectados, parcial y totalmente, sumando 268 millones de pesos derivados de las pérdidas.
Alrededor de 16 colonias se vieron afectadas, de acuerdo al reporte por parte de Protección Civil del Estado, en el cual indicaron que 857 viviendas se encontraron dañadas, 276 vehículos se vieron siniestrados, aunque muchos se encontraban bajo la tierra que dejó a su paso el río Parral.
Además se reportaron 157 viviendas rurales destruidas, 42 de ellas con pérdida total, 158 hectáreas de cultivos siniestrados y 33 norias clausuradas. El desastre cobró las vidas de al menos cuatro parralenses, Manuel Cervantes, Claudia Ivonne Castelo Sotelo de 20 años, Jaime Armando Alvarado Suarez de 19 años y el regidor Gerardo Montes Molina; aunque se dice que pudieron haber sido más víctimas.
