Hoy en su aniversario luctuoso, acudieron a Parral exclusivamente a su tumba en cumplimiento de una “manda” por la petición efectuada.
Si bien, los mexicanos, en especial los católicos cuentan con la tradición de extender a algún santo o a la Virgen de Guadalupe, alguna petición como pronta sanación para una enfermedad o que los ayude con algún problema que les acontece y a cambio de ellos rinden un tributo como andar de rodillas hasta su templo, solo por mencionar alguna, hay quienes se encomiendan al general Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Villa.
Torreonenses que acudieron a nuestra ciudad a visitar la tumba del “Centauro del Norte”, aseguran que lo hicieron en cumplimiento de una “manda” debido a que hace varios días, pidieron de su ayuda para cuidar a uno de sus familiares, siendo que el general, les cumplió.
Según relató Rafael Bernal Mireles, originario de Torreón, Coahuila, en días pasados solicitaron la ayuda del general Francisco Villa, cual, si se tratase de un Santo Patrono, pues dice, que en todos sus problemas como enfermedades o de algún otro tipo, el general, ha acudido en su ayuda.
Indicó que uno de sus hijos, en días pasados se vio envuelto en un problema que derivó en una amenaza de homicidio, por lo que angustiado por lo que podría pasar, decidieron pedirle a Francisco Villa que intercediera por él y lo ayudara a “librar” el problema.
Tal fue el caso que, como todo milagro, se resolvió el problema de su hijo, pues al parecer se “aclararon” algunos desacuerdos que había con quien lo amenazó de muerte y sin más, su vida ya no corría riesgo.
Nosotros se lo encomendamos a mi general, quien nos ayudó a que se librara de esa amenazaseñaló.
Esta es una de las tantas historias que don Rafa tiene como testimonio de los milagroso que es el general Francisco Villa, pues han sido varias ocasiones en las que les ha ayudado tanto por una enfermedad como en otras cosas.
Asimismo, manifestó que su esposa, sufre diariamente de calambres en las piernas, los cuales se han vuelto insoportables, por lo que al llamarlo para que les auxilie, de inmediato pasan los dolores, asegurando que es el Centauro del Norte quien les alivia el pesar.
“Mi general, mi general, venga en mi ayuda”, son algunas de las frases que utiliza la esposa de don Rafa para aliviarse de sus calambres, asegurando que, al cabo de unos segundos, el dolor desaparece.
Por su parte, la hija de Rafael, Catalina Bernal, dijo que es debido a la ingeniosidad que tuvo en vida el general Francisco Villa para escabullirse de los problemas que lo rodeaban, es que surgió la idea de pedirle que los ayudara con el problema de su hermano, a lo cual, les cumplió.
Han sido varias las ocasiones en las que le hemos rezado para que nos ayude, por lo cual él nunca nos ha dejado desamparados, pues la fe que le tenemos es tan grande para que él nos lo resuelva.
Es por ello que hoy, al celebrarse un año más de la muerte de Francisco Villa, decidieron acudir por primera vez a nuestra ciudad, a su tumba, esperando que este sea el inicio de una tradición futura.
Por último, relataron historias que quizá en Parral no han sido tan conocidas como la del “Niño Fidencio” quien, en una ocasión, salvo la pierna del general de ser amputada tras recibir tres disparos, utilizando solo un columpio del cual lo empujo en tres ocasiones y posteriormente, la pierna, había sanado. Este es solo uno de los tantos relatos que muy pocos parralenses conocen, pero que, en Torreón, son populares y se celebran cada 18 de marzo “Día de Fidencio Constantino” que incluso, cuenta con su propio corrido.