¿Quién no ha admirado al ‘Buscador de ilusiones’?, éste uno de los monumentos emblemáticos de nuestra ciudad el ‘Buscador de Ilusiones’ es un personaje que representa uno de los primeros mineros de nuestra ciudad que llegó como gambusino en busca de oro e ilusiones para establecerse.
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La minería fue en nuestra ciudad por mucho tiempo la principal actividad económica que permitió el desarrollo de Parral y aún en municipios vecinos es la actividad que da vida económica sustento de muchas familias.
La actividad del gambusino fue determinante para detectar los yacimientos mineros en la región, cuya labor es retratada en algunos monumentos en la ciudad y la región.
¿Cómo comienza la actividad minera? La primera forma de la minería la encontramos en los gambusinos, también llamados mineros artesanales. El mexicanismo gambusino describe a los buscadores de minerales y mineros de pequeña escala.
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Aunque en el pasado la labor de los gambusinos durante la ‘fiebre del oro’ en el año de 1848 estaba enfocada a encontrar yacimientos mineros para enriquecerse, en la actualidad es un oficio de minería informal, quienes, bajo un esquema precario de trabajo pues al no contar con una empresa de respaldo ni las prestaciones que conlleva un empleo formal se la ‘’juegan’’ cada día, al igual que nuestro querido “Buscador de ilusiones” buscando el sustento y un mejor porvenir para sacar adelante a sus familias.
Historia de los gambusinos
Gambusino se llamaba los buscadores de oro y mineros a pequeña escala que acudieron al reclamo de la fiebre del oro y no estaban preparados para reconocer el mineral o las zonas de riqueza potencial, por lo que dependían en gran medida de la suerte.
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Los gambusinos actuaban tanto de manera individual como en grupo. En los primeros años de la fiebre del oro, el mineral podía ser recogido de los lechos de los ríos. La selección se hacía visualmente, utilizando una criba para separar la arena y otros minerales.
Muy pocos gambusinos se enriquecieron con la fiebre del oro, aunque los que tuvieron la suerte de encontrar el metal amarillo podían ganar mucho más dinero en un solo día que el sueldo percibido por un jornalero o un soldado.
Gambusinos en la actualidad
Desde que se tiene conocimiento, el gambusino ha intentado por sus propios medios la extracción del metal, en la antigüedad se realizaba únicamente con una “cuña”, marro y las “burritas” o “curras”, un morral elaborado de lona o de cuero, cuya función es básicamente llenarlo de piedras ricas y colgarlo en su espalda para posteriormente sacarlo de la mina o del hoyo sin más ayuda que la fuerza natural del minero.
La deserción de trabajadores en las mineras de la región, los ha llevado a emplearse en los conocidos tiros de mina, por ser mejor pagados o al considerar que el independizarse les llevará a una mejor vida con ganancias superiores a las obtenidas en las minas establecidas a pesar de los buenos salarios que pagan las empresas, muchas de ellas de capital extranjero.
Gambusino, un oficio de alto riesgo
Sin prestaciones de ley, pero con ganas de buscar el sustento de su familia, el “gambusino” se expone día a día a un accidente fatal, con jornadas de 8 o 10 horas y en ocasiones hasta más, los gambusinos desde jóvenes hasta adultos requieren de conocimientos técnicos para poder realizar sus labores en sus respectivas “minitas”, en su mayoría son personas que ya laboraron muchos años para empresas registradas de manera legal.
Así es como los mineros artesanales buscan el sustento diario, y es esta actividad una más que sostiene la economía de la región.