Habitantes de la comunidad de San Felipe de Jesús, en el municipio de Valle de Zaragoza, abandonan el poblado por la delincuencia. Los que quedan en el lugar, aseguran que el crimen organizado tiene asediado el lugar y hasta roban a los lugareños.
Imparable el ambiente de inseguridad que desde hace meses se vive en el municipio de Valle de Zaragoza, donde varias personas han sido privadas de la libertad y otras más encontradas sin vida en las últimas semanas.
Pese a que la semana pasada, enseñoreo de la violencia movilizó a personal militar de la Sedena y Guardia Nacional al poblado, las corporaciones no han coincidido con la célula delictiva que opera en esa región, por lo que los operativos han transcurrido sin novedad.
Pero el problema de la delincuencia no es exclusivo de la cabecera de dicha municipalidad, sino que ha llegado a las comunidades como San Felipe de Jesús, donde el temor y la zozobra han sustituido al ambiente de calma que por años se respiraba en el lugar.
Habitantes de este poblado señalaron que la presencia de hombres armados que trabajan para el crimen organizado, llegó a un punto inaceptable y hasta terrorífico, ya que son varias las familias que se han visto obligadas a dejar sus hogares por miedo a un atentado contra su integridad.
Y es que aseguran que no sólo basta con ver como por las calles transitan los comandos armados, sino que el hampa organizada, desde hace tiempo que empezó a meterse con los lugareños, a quienes han robado desde animales, herramientas y hasta vehículos.
En una ocasión llegó una camioneta a la casa, como cuatro fulanos con cuernos tocaron la puerta y cuando abrimos hasta nos empujaron y se metieron, empezaron a esculcar el refrigerador y la alacena y se llevaron los alimentos, tanto show que hacen y ni para eso les alcanza
manifestaron entrevistados que optaron por omitir sus generales por temor a alguna represalia.
Por lo anterior, indicaron que esa fue la señal de alarma que les dio la idea de dejar San Felipe de Jesús e ir a vivir a otro lugar, plan que se cristalizó cuando vieron que dos hombres armados golpearon a un señor para despojarlo de una herramienta.
Explicaron que no son los únicos que han tenido que huir de su tierra a causa de la inseguridad, sino que de un aproximado de 60 familias que vivían en dicho poblado, hoy en día, y por lo que han escuchado de quienes continúan en el poblado, y otros que se han ido, sólo quedan unas diez familias.
“Nosotros tuvimos la posibilidad de irnos, pero no todos pueden, no es fácil dejar su casa de tantos años y el trabajo que nos ha sacado adelante toda la vida, así de buenas a primeras”, expresaron los exiliados por “la malandreada”, como ellos le dicen.
Finalmente, exigieron a las autoridades que volteen a ver el municipio de Valle de Zaragoza y vuelva a ser lo que otrora época, incluso, manifestaron al grupo criminal que opera en dicha región para que dejen de molestar a los lugareños, “ellos que hagan su trabajo y a nosotros que nos dejen vivir en paz”, concluyeron.