La cosecha de los cultivos de riego en el distrito Balleza ha comenzado, y las expectativas son altamente favorables. Según informó Saúl Carbajal, jefe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en la región, gracias a las lluvias registradas este año, los mantos acuíferos se han recuperado significativamente, lo que ha permitido que las cosechas de maíz, sorgo y chile presenten rendimientos del 100 por ciento. Esta recuperación hídrica ha garantizado un buen inicio para el ciclo agrícola actual.
En el caso del maíz, se sembraron 281 hectáreas, divididas entre maíz amarillo y maíz blanco. De las 182 hectáreas de maíz amarillo, del cual se extrae el grano, se espera un rendimiento de 5.5 toneladas por hectárea. Mientras tanto, el maíz blanco abarca 99 hectáreas, y se estima que cada una de ellas producirá 4.5 toneladas, un rendimiento sólido impulsado por las óptimas condiciones de riego.
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El sorgo, otro cultivo clave en la región, cubre un total de 215 hectáreas, y se proyecta un rendimiento notable de 20 toneladas por hectárea, lo que permitirá cosechar alrededor de 4 mil 300 toneladas en total. El sorgo está siendo comercializado a un precio de 750 pesos por hectárea, una cifra que promete un buen retorno económico para los productores locales.
Por su parte, el maíz forrajero abarca 242 hectáreas, de las cuales se espera obtener un rendimiento de 25 toneladas por hectárea, lo que equivale a un total de 6 mil 050 toneladas. Este tipo de maíz se comercializa a mil pesos por tonelada, lo que también representa una ganancia significativa para los agricultores de la zona.
Carbajal destacó que Balleza es el único municipio dentro del distrito que cuenta con cultivos de riego, gracias a la presencia del río y las 18 presas que permiten un suministro constante de agua para las tierras agrícolas. Esto le otorga una ventaja única sobre otras regiones que dependen exclusivamente de las precipitaciones.
El año pasado fue uno de los más difíciles para los productores, con lluvias insuficientes que amenazaron con secar los mantos acuíferos, lo que puso en riesgo la producción agrícola. Sin embargo, el escenario ha cambiado radicalmente este año, y los productores han mostrado optimismo frente al ciclo otoño-invierno que se avecina.
Con la cosecha ya en marcha, el distrito de Balleza se prepara para un ciclo agrícola que no solo representa una recuperación en términos de producción, sino también un alivio económico para los agricultores, quienes ven en las lluvias recientes una oportunidad para capitalizar el esfuerzo de un año complicado.
La Sader sigue monitoreando el desarrollo de las cosechas para asegurar que las proyecciones de producción se cumplan, y se espera que los resultados finales reflejen el esfuerzo conjunto de los agricultores y la naturaleza, que este año ha sido benévola con la región.
Nota: El Sol de Parral