Parral, Chih.- A tres años de la desaparición de los enfermeros de Jiménez y otra joven amiga de uno de ellos, tres años que pesan más que las tres décadas de cárcel que les dieron a “El Policholo” y “El Robocop”, que no alcanzan a solventar la irreparable deuda social. Dos sentenciados y otros tantos más en investigación por el hecho, pero aún no hay respuesta a la pregunta ya tan trillada de ¿dónde están?.
Este 29 de mayo se cumplieron tres años de la noticia que azotó a Jiménez, consternó a la región e impactó a la entidad, trascendiendo al territorio nacional, la desaparición de los jóvenes enfermeros Sigrid, Oswaldo, Mayra y su amiga Merari.
Fue el 29 de mayo del 2018 cuando se informó sobre la privación ilegal de la libertad de tres estudiantes de enfermería en Parral; se encontraban en su vivienda de la colonia Kennedy, donde sujetos armados irrumpieron en el lugar y se los llevaron con lujo de violencia.
Se trataba de Sigrid Casandra Díaz Huerta y Oswaldo Galván Rodríguez, de 21 y 22 años de edad, respectivamente, y originarios de ciudad Jiménez. Trascendía que su tercer compañero, del cual no se proporcionaron generales, había sido liberado luego de unos minutos.
¿Dónde están los enfermeros desaparecidos?
Sin embargo, su compañera Mayra Guadalupe Mendoza Adame, de 21 años, quien compartía la vivienda con ellos, se encontraba desaparecida desde el domingo 27 de mayo tras haber asistido a una fiesta con su amiga Merari Muñoz Lozano, quien también desapareció en ese entonces.
Muchos han sido los detalles que enmarcan esta tragedia, que para quienes a diario prueban el zumo amargo de la ausencia, se ha convertido en el cuento de horror que parece no tener final, ni siquiera una señal del mismo.
Ya se procesó y se sentenció a los exagentes municipales de Parral, Omar Iván R. alias “El Policholo” e Iván Francisco L. alias “El Robocop”, quienes con 31 años de prisión a cuestas, no alcanzan a solventar ni un poco la impagable deuda social.
Apenas el pasado mes de marzo la Fiscalía Especializada de la Mujer, había anunciado que al menos una treintena de testigos declararían en contra de los expoli preventivos, ninguno de ellos, ni los hoy sentenciados, han dado parte de donde están los enfermeros.
Las investigaciones siguen a decir de la Fiscalía General del Estado, cuyo titular, César Augusto Peniche Espejel, en “breve” se estarán girando nuevas órdenes de aprehensión en relación al hecho; sin embargo, no ha habido nuevas detenciones.
Pareciera ser que el único cabo medio firme en la investigación es la indagatoria que se le sigue a Claudia Palmira M. A. alias “La Pamy”, quien ya purga una condena por trata de menores; sin embargo, se sigue haciendo eterna y sin rumbo la investigación que la relaciona con la privación y desaparición de los jóvenes. No se han encontrado elementos que la vinculen de manera directa, aún y con los antecedentes que fueron peso para sentenciarla por el delito antes mencionado.
No hace mucho, algunos familiares de los jóvenes enfermeros aún platicaban con personal de este matutino y señalaban la lentitud y el hermetismo de las autoridades en cuanto a los avances de la investigación, y que al final del día, multiplicaban las interrogantes.
La fe en la autoridad se ha perdido, pero la fe en lo divino prevalece, la tarde del sábado, en el templo de Guadalupe, en la Vieja Huejoquilla, se ofició una misa para pedir por la pronta aparición de Sigrid, Oswaldo, Mayra y Merari.