Prevén que el venero del Ojo de Atotonilco en Villa López pueda volver a resurgir al recibir los escurrimientos de las lluvias en la región, mismas que puedan llegar durante lo que resta de julio, agosto y septiembre, según informó Roberto Baca, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Jiménez, quien expuso que hace tres años se tuvo un panorama similar.
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Asimismo, agregó que este tipo de espacios acuáticos se rellenan con los escurrimientos de la tierra, y que pasa lo mismo con las norias y los pozos.
Este fin de semana se dio a conocer la postura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en su representación Jiménez respecto al venero del Ojo de Atotonilco en Villa López, mismo que se encuentra seco debido a la escasez de lluvias durante los últimos meses.
Según expuso Roberto Baca, titular de dicha secretaría, esta es una situación atípica, ya que no es normal que los veneros queden secos, aunque recordó que hace tres o cuatro años sucedió lo mismo en el Ojo de Atotonilco, donde quedó sin agua.
Así pues, explicó que este tipo de espacios acuáticos dependen al cien por ciento de los escurrimientos de la tierra a los mantos subterráneos, mismos que se rellenan después de cada lluvia, y que pese a la falta de la actividad pluvial, estos se han secado en la región sur.
Señaló que en el caso del Ojo de Atotonilco en Villa López existe probabilidad de que vuelva a resurgir el agua y vuelva a formarse todo el espacio como de antaño, y que de acuerdo al pronóstico de lluvias, pudiera ser posible para después de septiembre.
Roberto Baca, titular de la Sader en Jiménez, dijo que en el temporal de escasez de lluvias, los veneros tardarían hasta uno o dos años en volverse a llenar de agua, pero destacó que no es el caso de Villa López y su región.
Expuso que de acuerdo al pronóstico de lluvias que emitió Protección Civil del Estado, pudiera haber actividad pluvial durante julio, agosto y septiembre, y esto permitiría que el venero del Ojo de Atotonilco pueda volverse a llenar, dando plazo para después de septiembre.
Finalizó su entrevista explicando que es la misma situación para los pozos y norias, mismas que dependen de las lluvias y su escurrimiento en la tierra subterránea.
Nota publicada originalmente en: El Sol de Parral