A poco más de 3 kilómetros de distancia de Santa Bárbara, entre la vegetación, se encuentra una enorme roca con la imagen de Cristo tallada, la cual pasó a convertirse en una atracción y sitio obligado para visitar en este municipio.
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La “Piedra del Cristo” como fue llamada por los habitantes de Santa Bárbara, es uno de los principales atractivos para los visitantes que gustan de admirar la Sierra de los Azules. Es imposible pasar de largo y no admirar esta belleza natural, donde la mayoría aprovecha para tomarse la foto del recuerdo.
-¿Quieres saber dónde se encuentra? Aquí te decimos cómo llegar
La expedición implica caminar cerca de unos tres kilómetros hasta llegar con el primer atractivo de este recorrido que es el tradicional “Prado”, sitio al que anteriormente se iban las familias principalmente los domingos a comer y hacer su “día de campo” mientras los niños se bañaban en el río; el recorrido sigue hasta donde se encuentra el lugar llamado “Los Belloteros”, mismo que anteriormente era un centro recreativo en donde se instalaron asadores y juegos y la gente acostumbraba ir a pasar el día en familia, disfrutar de la sombra de los árboles y del agua del río, en ese trayecto, a unos dos kilómetros caminando se encuentra la “Piedra del Cristo” una gran roca labrada que muestra la imagen de Cristo, ahí mismo se encuentra la Casa de Piedra, donde cuentan vivió un ermitaño.
Este itinerario surgió hace casi tres décadas, cuando un grupo de vecinos del Barrio California popularizaron la visita hacia un manantial ubicado en la Sierra que alimentaba el barrio de la colonia Francisco I. Madero, así como el de California.
Trasciende que fue tanto el interés que las autoridades integraron esta caminata en la programación del Encuentro Santabarbarino, sobre todo para que las personas que radican en otras ciudades conozcan los paisajes naturales que ofrece la Sierra de Santa Bárbara.
Esta travesía ya es toda una tradición que se realiza desde hace 32 años, donde el principal desafío para realizarla es la tierra húmeda debido a las lluvias que se presentan, lo cual puede provocar un “resbalón” por el camino en el mejor de los casos.
Previo a la caminata hay guías que trazan el camino, en donde se colocan listones en las ramas de los árboles para detectar la ruta que las personas deben de seguir para prevenir que los caminantes lleguen a desviar su curso y puedan perderse.
El atractivo cuenta con tres cuevas, una de ellas cercada con rocas y supuestamente las colocó quien habitó para evitar que ingresaran animales o incluso sirvieran de aislante para que en temporada de invierno el frío no afectara, ya que una de las características de la Sierra de Santa Bárbara es la nieve que la cubre.
Entre la fauna se encuentra la víbora de cascabel, culebras, venado cola blanca, pumas, lechuzas, gato montés, búhos, águilas, así como halcones.
El reto implica caminar ocho kilómetros cuesta arriba y que con el paso de las horas se torna complicado debido al terreno que puede llegar a ser tan escabroso como simple. Desde sortear ramas de árboles, hundir los pies en algún charco o en las hojas de los árboles, incluso superar rocas, es lo mínimo que la expedición se puede enfrentar. Uno de los principales atractivos es el rostro de Cristo tallado en una enorme roca, asimismo, la Casa de Piedra donde vivió el extinto ermitaño Juanito Loera.
En esta travesía se puede apreciar la naturaleza y los paisajes que la Sierra Tarahumara ofrece, así como la diversidad de flora que existe en las partes recónditas del municipio, un sitio ideal para excursionistas por sus magníficos paisajes, este lugar que sin duda será el consentido de muchos, además de ofrecer una bella estampa de la Sierra de los Azules en un entorno seguro y familiar.
Nota original de El Sol de Parral