La falta de precipitaciones en lo que va de julio, ha generado una creciente preocupación e incertidumbre entre hasta 14 mil ganaderos. El temor radica en el posible aumento en la demanda de alimento para el ganado si las lluvias continúan ausentes, lo que podría tener un impacto significativo en el precio de la alfalfa, el principal forraje utilizado en la alimentación del ganado.
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Según Fidencio Loya, líder ganadero en Parral, si la sequía persiste y las lluvias no hacen su aparición pronto, es probable que la demanda de alimento para el ganado se dispare. La escasez de pasto natural obligaría a los ganaderos a recurrir a suplementos alimenticios, como la alfalfa, para mantener el ganado en condiciones óptimas.
La situación es preocupante, ya que, en comparación con el año pasado, existe el riesgo de que el precio de la alfalfa se dispare nuevamente. El año pasado, debido a condiciones similares de sequía, el precio de la alfalfa aumentó drásticamente, pasando de los 3 mil a los 6 mil pesos por tonelada. Este fenómeno generó dificultades económicas para muchos ganaderos que enfrentaron mayores costos para mantener a sus animales bien alimentados.
La incertidumbre entre los ganaderos es palpable, ya que la disponibilidad y el costo del alimento para el ganado afectan directamente la rentabilidad de sus operaciones. Además, el bienestar y la salud de los animales dependen en gran medida de una dieta adecuada y balanceada, lo que hace que el acceso a alimentos asequibles sea una preocupación crucial.
Las autoridades agrícolas y gubernamentales han sido alertadas sobre la situación y se espera que estén atentas a las necesidades del sector ganadero en caso de que la sequía persista. Medidas preventivas, apoyo a los productores y acciones para mitigar el impacto económico podrían ser necesarias para hacer frente a esta potencial crisis.
Los ganaderos están haciendo un llamado a la comunidad y a las autoridades para tomar conciencia de la importancia de las lluvias en el ciclo agrícola y ganadero.
La necesidad de contar con planes de contingencia para enfrentar períodos de sequía prolongados se ha vuelto evidente, y la prevención y planificación adecuadas pueden marcar la diferencia en la estabilidad del sector.
Comentó que la comunidad ganadera está atenta a los pronósticos climáticos y mantiene la esperanza de que las lluvias lleguen a tiempo para aliviar la situación actual. El futuro de miles de ganaderos y la seguridad alimentaria del país dependen en gran medida de la respuesta de la naturaleza en los próximos días y semanas.
Nota publicada originalmente en El Sol de Parral