Jiménez, Chih.- Desde temprana hora de este miércoles, maestros jubilados y derechohabientes de la clínica del ISSSTE, se apostaron a las afueras de dicho instituto para bloquear como medida de protesta ante las crecientes deficiencias en la atención que se brinda.
En el lugar se encuentra el profesor Arturo Rentería, activista social en la Vieja Huejoquilla, quien informó que las quejas son muchas, pero las principales son la falta de medicamentos, el cual ha sido un problema de toda la vida.
Sin embargo, el desabasto se ha venido amplificando desde hace poco más de un mes, se trata de una crisis que no se explican a qué se debe, si los trabajadores realizan sus aportaciones de manera puntual, ya que esta les es retenida automáticamente.
Otra situación que ha venido aquejando a la derechohabiencia jimenense es la falta de especialistas y laboratorio para análisis clínicos, lo que los obliga a trasladarse a la ciudad de Parral. Antes el ISSSTE contaba con una camioneta van para llevarlos, pero esta les fue retirada, indicó Rentería.
Comentó que tras gestiones y presiones consiguieron que les aprobaran la creación de un laboratorio, “nos dijeron que sí y hasta el cascaron hicieron, pero el proyecto ya quedó en el olvido”, resaltó.
En este sentido, señaló que la medida de protesta sería impedir el acceso a todo el personal de la clínica, explicó que lo que menos se desea es afectar más a la castigada derechohabiencia, por lo que si algún paciente va con una cita programada, o alguien se siente mal, buscarán la forma de que sea atendido.
No obstante, las actividades normales o habituales de la clínica, no se permitirán, hasta en tanto no se dé un acercamiento con las directivas del instituto y se plantee una solución a las demandas, que más que demandas, son un derecho de los trabajadores.
“¿Cuánto tiempo vamos a durar aquí?, el tiempo que las autoridades deseen, hasta que los funcionarios se comuniquen para dialogar, analizar el problema y en su momento llegar a un acuerdo”, sentenció Rentería.
Finalmente agregó que no solo los derechohabientes padecen la ineficiencia, sino también los trabajadores del ISSSTE, quienes en sus propias palabras, se desempeñan en condiciones precarias, con materiales raquíticos y en ocasiones no tienen ni hojas de máquina.