Alrededor de noventa ejemplares de tortuga agua y diez de tierra, son los que dan vida a los jardines de la Casa de la Cultura de Parral, lo que es un atractivo visual para las personas que acuden a este recinto a realizar algún trámite, donde las más longeva; “Rafa”, cuenta con 65 años y las más pequeñas apenas con 20 días de nacidas.
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Cabe destacar que la Casa de la Cultura es uno de los edificios más visitados por parralenses y turistas que llegan a nuestra ciudad, originalmente estuvo construida de adobe, su edificación se debió para que fuera como Casa Real en tiempos de la Colonia, en la cual albergaba al Gobernador de la Ciudad, en el año de 1864, Joaquín Domínguez, cuando se dio la intervención francesa a nuestro país.
En los años 70 y 80, este lugar fue la Presidencia Municipal, donde también se encontraba la Cárcel Pública Municipal, unos años más tarde se descuidó el edificio y requería de mantenimiento, no fue hasta la administración 1995 a 1998, que fue reinaugurada y sirvió para instalar el Archivo Histórico y la biblioteca, Benjamín Franklin.
En el presente, la Casa de la Cultura alberga las oficinas del Imjuve (Instituto Municipal de la Juventud), Condusef, Relaciones Exteriores, Profeco, Vinculación Educativa y la Dirección de Cultura.
Además de contar con cuatro áreas de jardines, las cuales albergan a las tortugas de río y tierra pertenecientes al orden de los testudines o quelonios, que se caracterizan por su longevidad, movimientos lentos, fuerte caparazón, patas cortas, rostros carismáticos y ausencia de dientes.
La administradora de Cultura, Perla Acosta, mencionó que al momento son alrededor de 100 ejemplares, los que se tienen en el área de los cuatro jardines, de los cuales el 90 por ciento pertenece a la especie de río y el 10 por ciento a las de tierra.
Cabe resaltar que los apacibles animales se encuentran desde hace varias décadas en este recinto, siendo la de mayor edad un ejemplar nombrado como “Rafa”; de 65 años y las más jóvenes, son tres con apenas 20 días de que salieron del cascarón, siendo tres los espacios donde se dividen las tortugas de agua; dos con agua para que vivan en su hábitat y por otro lado un espacio terrario sin sombra, pues las especies de tierra necesitan mucho contacto con el sol.
Estos especímenes son alimentados específicamente con lechuga, hojas del árbol de mora y plátanos, además todos los días se les limpia su área de estadía, y que actualmente, aún siguen siendo un atractivo para las familias parralenses, que aprovechan para tomarse fotos, luego de acudir al inmueble a realizar algún trámite en las dependencias que se encuentran en servicio.
NOTA: Como dato histórico de la Casa de la Cultura de Parral, en 1864, con la invasión francesa, el gobierno itinerante del entonces presidente de la República, Benito Juárez, estuvo despachando desde este lugar durante cuatro días, del 2 al 5 de octubre del año en mención.
Nota publicada originalmente en El Sol de Parral
