El confinamiento por la pandemia del Covid-19 no es igual para todas las familias chihuahuenses, pues mientras muchas habitan en casas espaciosas con servicios y alimentación, otras sobreviven al encierro en pequeños espacios, sin agua, luz o suficiente alimento, pues además la cuarentena los ha dejado sin empleo.
Catalina Rodríguez vive en un pequeño jacal en la colonia Vistas Cerro Grande, uno de los puntos más rezagados de la ciudad, y permanece en espera de algún tipo de ayuda para su hija y su nieto, quienes además requieren de atención siquiátrica.
Relata que el día a día en su condición económica es difícil, pero esto se agravó con el confinamiento derivado de la pandemia por el coronavirus, pues a raíz de esto fue retirada de un tianguis en el que vende algunos artículos usados, que recolecta, para luego sacarles algo de dinero.
Catalina se encuentra como jefa de familia, y también es el único ingreso de su casa, pues su hija y su nieto tienen problemas siquiátricos, por lo que no pueden apoyarla, y por el contrario, la situación se dificulta más para ella al no tener de dónde echar mano en esta contingencia en la que muchos, señala, la están pasando peor.
En igual o similar condición se encuentran más de 30 mil personas que habitan pequeñas casas en la periferia o en asentamientos irregulares de la ciudad, donde tienen que convivir hasta cuatro personas en uno o dos cuartos.
Para 2019, el Inegi reportó que en Chihuahua 30 mil 215 personas carecen de viviendas o espacios “sanos” para sobrevivir, pues comparten un solo cuarto con sus familias; de estas viviendas, el 98% está construida con materiales de baja calidad, y apenas un 5% (de los 30 mil 215 habitantes), dispone de servicios básicos.
Algunas cifras que muestran la realidad de la pobreza en el estado son las publicadas por el Inegi en varias encuestas y estudios, y ejemplo de esto es que a nivel estado el porcentaje de personas que reportó habitar en viviendas sin disponibilidad de servicios básicos fue de 15.2%, entre éstos destaca el agua, luz y drenaje.
De igual manera, en lo que respecta a la incidencia por acceso a la alimentación es de un 18.4%, es decir una población de 663 mil personas.
A nivel estado se estima que 12 mil 272 personas viven algún grado de pobreza, de los que un 31.5% corresponde a pobreza moderada, y 3.8% pobreza extrema, mientras que el resto simplemente se clasificaron como pobreza por algún tipo de característica no óptima en la vivienda.
Por otra parte, se puede observar que el rezago educativo durante el último año afectó a 16.1% de la población, y en el mismo año el porcentaje de personas sin acceso a servicios de salud fue de un 13.6%.
La carencia por acceso a la seguridad afectó a 28.4% de la población, y esto se refiere específicamente a la referencia que hacen las personas encuestadas, al señalar que no consideran que alguna de las corporaciones de seguridad brinde servicio adecuado.
Por otra parte, el porcentaje de individuos que reportó habitar en viviendas de mala calidad de materiales y espacio insuficiente fue de 9.3%; el porcentaje de personas que reportó habitar en viviendas sin disponibilidad de servicios básicos fue de 15.2%, y quienes dijeron que no viven en condiciones adecuadas son 11%.
Otros datos estadísticos muestran que en el estado existen 910 mil 647 hogares (3.2% del total de hogares a nivel nacional), de los cuales 222 mil 528 están encabezados por jefas de familia (3.2% del total nacional).
El tamaño promedio de los hogares en el estado es de entre 3 y 4 integrantes, inferior que el resultado de integrantes promedio para los hogares a nivel nacional.
DATOS DE VIVIENDAS EN EL ESTADO
*Viviendas con piso de tierra (98 mil 834)
*Viviendas que no disponen de energía eléctrica (96 mil 180)
*Vivienda con un solo cuarto (140 mil 150)
*Viviendas que no disponen de agua entubada de la red pública (89 mil 898)
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